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Reconocimientos

Periodistas latinoamericanos fueron fundamentales para la investigación transnacional Paradise Papers

Homo Zapping (Publicado por el the Knight Center for Journalism in the Americas)

Teresa Mioli

11 de noviembre de 2017

Esta historia ha sido actualizada para incluir los comentarios de Borja Echevarría de Univisión

Al igual que con los Papeles de Panamá, los periodistas latinoamericanos desempeñaron un papel fundamental en la gestión, reportería y edición de la investigación global conocida como los Paradise Papers, un proyecto periodístico dirigido por la Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés) que analizó 13.4 millones de documentos revelando detalles de actividades inscritas en paraísos fiscales (empresas offshore) de individuos y entidades alrededor del mundo.

Los periodistas latinoamericanos sirvieron en funciones clave tanto para el ICIJ como de periodistas para los medios que participaron. De la red de más de 380 periodistas de 67 países de todo el mundo que trabajaron con el ICIJ en la investigación de Paradise Papers, 60 periodistas y 13 países de la región estuvieron involucrados.

En total, 21 medios de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Puerto Rico y Venezuela participaron en las investigaciones.​

La periodista argentina y la subdirectora del ICIJ, Marina Walker, nuevamente se desempeñó como gerente de proyecto, y la venezolana Emilia Díaz-Struck lo hizo como editora de investigación y coordinadora regional para Latinoamérica.

Como lo explicó Díaz-Struck, cuando el ICIJ fue informado de la existencia de esta nueva filtración masiva de documentos que expondría aún más el sistema financiero extraterritorial, se mostraron interesados, pero con cautela.

El 3 de abril de 2016, comenzaron a revelar los frutos de una investigación de un año conocida como los Papeles de Panamá o Panama Papers, 11.5 millones de registros filtrados de la firma de abogados panameña Mossack Fonseca. A esto le siguió una investigación más pequeña sobre 1.3 millones de archivos conocidos como Bahamas Leaks. Y ahora, el periódico alemán Süddeutsche Zeitung les volvió a decir que tenía acceso a otra filtración masiva de 13,4 millones de registros.

“La pregunta para nosotros era: ‘¿Es esto diferente de lo que acabamos de hacer?’”, dijo Emilia Díaz-Struck, editora de investigaciones del ICIJ y coordinadora regional para América Latina, al Centro Knight. “Así que pasamos un tiempo investigando porque tendríamos que ir a los socios y decirles ‘bueno, ¿se unirán a nosotros nuevamente para explorar millones de documentos y empresas offshores?’ Entonces, la pregunta es, ‘¿qué es diferente? ¿Es esto nuevo? ¿Qué tipo de historias podrían surgir?’”.

Después de examinar los documentos, el equipo encontró esas nuevas revelaciones.

Los nombres de las corporaciones multinacionales, como Nike, Apple y Uber, figuraban en estos documentos. Estados Unidos, que había estado ausente de las filtraciones de Panama Papers, también era mencionado. Y los periodistas estaban investigando jurisdicciones, incluidas las Islas Caimán y las Bermudas, que no estuvieron involucradas en la anterior filtración.

Si bien tenían conexiones con el trabajo anterior del ICIJ, estas diferentes tendencias revelaron nuevas historias.

“Dices, ‘Wow, es mucho’, pero luego tienes que decidir: ‘¿nos acercamos, hacemos el esfuerzo y exploramos esto?’ Y cuando decimos ‘sí, son una fuente de interés público y es diferente de lo que hemos hecho antes’, definitivamente vale la pena”, explicó Díaz-Struck.

Los Paradise Papers “muestran qué tan profundo el sistema financiero en paraísos fiscales está enredado con los mundos superpuestos de actores políticos, la riqueza privada y los gigantes corporativos …  y otras compañías globales que evitan los impuestos a través de medidas de contabilidad cada vez más imaginativas”, según el ICIJ. Sin embargo, como lo subraya el ICIJ, el uso de empresas inscritas en paraísos fiscales y fideicomisos y la aparición de personas o entidades en los Paradise Papers no necesariamente implica que se hayan violado leyes o que alguien haya actuado incorrectamente.

Algunos son periodistas que trabajaron en los Papeles de Panamá y han sido tradicionalmente parte de la red del ICIJ, y otros eran nuevos. Por ejemplo, esta fue la primera colaboración de principio a fin con el ICIJ para el periódico nacional colombiano El Espectador, el periódico costarricense La Voz de Guanacaste y el periódico argentino Perfil, explicó Díaz-Struck.

Al involucrar a los medios asociados en la investigación, el ICIJ analizó qué países tenían la mayor representación en los datos y eran necesarios para explicar las situaciones complejas. Por esta razón, ocho periodistas de México participaron, lo que significará más historias procedentes de ese país en los próximos días.

Los periodistas mexicanos de Proceso, Quinto Elemento Lab, Mexicanos Contra la Corrupción y Univision, también colaboraron en investigaciones y publicaciones, una práctica utilizada por otros medios de comunicación en la región. Tuvieron reuniones para discutir los materiales en los archivos filtrados y para dividir el trabajo según la experiencia de los periodistas.

“Estaban muy bien organizados en cuanto a cómo iban a colaborar entre ellos para investigar las historias”, explicó Díaz-Struck.

Los medios también realizan publicación de historias cruzada, como en el caso de El Espectador y Connectas en Colombia. Los siete periodistas argentinos que trabajaron en Paradise Papers están distribuyendo sus historias en la plataforma “Argentina Papers” que crearon para informes específicos de su país.

Univisión también está compartiendo el trabajo de sus reporteros con otros medios de comunicación latinoamericanos y ha compilado la cobertura de los Paradise Papers de todos los medios latinoamericanos en una página que se puede buscar por país. Además, Díaz-Struck dijo que la red en español con sede en Estados Unidos está ayudando a traducir historias “para que todos los periodistas latinoamericanos pudiesen tener acceso a ellas en español”.

“Nuestro objetivo era que los latinoamericanos que viven en Estados Unidos y leen Univisión pudieran terminar consultando la información en los medios de los países de origen donde se habían trabajado. Y al mismo tiempo, les cedimos todas las traducciones, videos, etc., que hicimos de los temas de ICIJ para que pudieran publicarlos en sus respectivos medios”, dijo Borja Echevarría, vicepresidente y jefe editorial de Univisión Digital, al Centro Knight. “Creo que la colaboración y la generosidad son clave en estos proyectos y una muestra de dónde va el periodismo de investigación”, sostuvo.

Los periodistas latinoamericanos también se han estado comunicando a través de un chat de Whatsapp, “que ha sido muy útil para dinamizar la comunicación entre los colegas de los distintos países. Ha sido muy valioso pues han estado todos atentos y apoyándose los unos a los otros”, explicó.

Más allá de la comunicación, la naturaleza de la filtración presentó nuevos desafíos para el ICIJ y sus socios.

A diferencia de los Papeles de Panamá, que surgieron solo del bufete de abogados Mossack Fonseca, las filtraciones de Paradise Papers provinieron de la firma de abogados offshore Appleby, Asiaciti Trust y registros de empresas en 19 jurisdicciones secretas. Además, los documentos estaban en diferentes formatos, algunos de los cuales inicialmente eran ilegibles o no se podían buscar.

“Es realmente una tarea titánica explicar eso”, comentó Díaz-Struck.

Para explicar estos documentos y ponerlos a disposición de los cientos de periodistas que trabajan en las investigaciones, el ICIJ utilizó herramientas familiares que se adaptaron a las necesidades de este proyecto.

Utilizaron tres plataformas diferentes: un Centro de Conocimiento para cargar y buscar los documentos, otra (Linkurious) para conectar los puntos entre entidades y oficiales, y la última (Global I-Hub) para la comunicación entre periodistas.

Las plataformas se actualizaron para que los usuarios pudieran distinguir entre las fuentes de información y pudieran hacer enlaces con historias anteriores en las que el consorcio había trabajado.

Periodistas de Iberoamérica también formaron parte del equipo de datos responsable de ayudar a discutir toda esta información. La periodista española Mar Cabra se desempeñó como editora de datos, mientras que los costarricenses Rigoberto Carvajal, Miguel Fiandor Gutiérrez de España y Manuel Villa de México también formaron parte del equipo de datos e investigación. Villa es el primer Neo4j Connected Data Fellow del ICIJ que se incorporó después de la investigación de los Papeles de Panamá para ayudar a entender y encontrar historias en gran cantidad de datos.

Para garantizar que todos estos datos y comunicaciones sean seguros, el ICIJ cuenta con un experto en seguridad y encripta todas las plataformas y comunicaciones. Y para garantizar el secreto de todas las investigaciones hasta su publicación, todos los medios de comunicación y periodistas deben aceptar la primera de dos promesas clave: mantener el proyecto entre las personas que están haciendo el trabajo. La segunda cosa clave es a lo que Díaz-Struck se refiere como “compartir radicalmente”, dejando que otros sepan sobre lo que se encuentra.

“Somos un equipo que cruza fronteras”, dijo la editora de investigación.

A medida que crecen las colaboraciones transnacionales, según Díaz-Struck, también lo hace la madurez en términos de compartir información para exponer conexiones más grandes y globales.

“Creo que los Papeles de Panamá fueron un punto clave para la colaboración y la gente vio el impacto que tuvo, la importancia de las historias y cómo en realidad marcó la diferencia incluso para todos los socios de los medios”, explicó Díaz-Struck, quien también cofundó el sitio digital venezolano Armando.info. “Gastaron mucho, invirtieron mucho tiempo, pero luego la importancia de sus historias, la calidad de sus historias fue tan alta y el impacto fue relevante que creo que se reflejó en el entorno de los medios. Usted ve más colaboraciones en estos días”.

Todas las publicaciones enumeradas a continuación son socios del ICIJ en la investigación de Paradise Papers. La investigación transnacional ha recibido prominencia en los sitios digitales de la mayoría de los medios. Haga clic en el nombre de la publicación para ver su cobertura.

Argentina: America TV-A24; La Nación; Perfil; SoloLocal.Info

Brasil: Poder360

Chile: CIPER

Colombia: Connectas; El Espectador

Costa Rica: DataBaseAR (Grupo AR); La Voz de Guanacaste

Ecuador: El Universo

El Salvador: El Faro

Guatemala: Plaza Pública

México: Mexicanos Contra la Corrupción; Proceso; Quinto Elemento Lab

Paraguay: ABC Color

Perú: Convoca; Ojo Público

Puerto Rico: Centro de Periodismo Investigativo

Venezuela: Armando.info

Nota editorial: Rosental Alves, director del Centro Knight, hace parte del Consejo Asesor del ICIJ.

 

Condiciones laborales

Mujeres, mayor blanco de agresiones en el periodismo

La Jornada

La Redacción

11 de noviembre de 2017

Ciudad de México. En un clima generalizado de violencia contra periodistas, las mujeres que se dedican a esta labor se han convertido cada vez más en un blanco de agresiones y amenazas en años recientes, por lo que las procuradurías de justicia deben comprometerse a realizar investigaciones con perspectiva de género, afirmó el titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Luis Raúl González Pérez.

Durante una gira de trabajo por el estado de Campeche, el ombudsman nacional alertó que desde el año 2010 comenzó a notarse un repunte en los ataques contra comunicadoras, que continúa hasta la actualidad.

El funcionario recordó que los agravios contra periodistas fueron 96 en 2014; 80 en 2015; 98 en 2016, y 70 en lo que va del presente año. De igual forma, lamentó que a partir del año 2000, han ocurrido 130 homicidios de periodistas, 20 desapariciones a partir de 2005 y 52 atentados contra instalaciones de medios de comunicación a partir de 2006.

Por todo lo anterior, en los casos de agresiones contra periodistas, las autoridades judiciales están obligadas a destacar las consecuencias que tienen las violaciones a la libertad de expresión, realizar indagatorias con perspectiva de género, estandarizar los protocolos de investigación y mejorar sus servicios periciales.

Para que los responsables de los ataques contra comunicadores sean castigados, también es indispensable que las políticas públicas en esta materia tomen en cuenta la opinión de las propias víctimas.

En ese sentido, González Pérez enfatizó que los medios públicos pueden ayudar a sensibilizar a los gobiernos sobre la importancia de la libertad de expresión y la amenaza que constituye para ésta la impunidad de los crímenes contra los profesionales de la prensa, de manera que los gobernantes respeten y fomenten la seguridad de los periodistas para que realicen su labor con libertad e independencia.