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28 de septiembre – Reforma

Por: Pedro Mellado

Usted los verá muy disciplinados y bien portados, enérgicos y decididos frente a quienes ponen en riesgo sus privilegios, porque en la actual crisis que los enfrenta al Gobierno estatal, que encabeza el panista Emilio González Márquez, quienes forman parte de la burguesía dorada que desde hace 21 años tiene secuestrada a la Universidad de Guadalajara (UdeG), tendrán que probar fehacientemente, hasta los límites del servilismo y la abyección, su lealtad con el jefe político y cacique de la institución, el ex Rector (1989-1995), Raúl Padilla López.

El cacique universitario no perderá detalle de la conducta de sus subordinados, pues difícilmente estaría dispuesto a cometer el mismo error de encumbrar a alguien que resultara demasiado independiente y con ambiciones e ideas propias, que pudiera poner en riesgo su imperio, como aconteció con el malogrado ex Rector general Carlos Jorge Briseño Torres, quien fue destituido de su cargo el viernes 29 de agosto del 2008 (luego de un año y cuatro meses de gestión en los que desafió a su ex jefe) por un Consejo General Universitario sometido a Padilla López. Luego de experimentar una dolorosa derrota política y al ser abandonado por sus más cercanos colaboradores, Briseño Torres se suicidó el jueves 19 de noviembre del 2009.

La manifestación de mañana, en reclamo de una partida extra de 520 millones de pesos, adicional a los 7 mil 484 millones 709 mil 631 pesos presupuestados inicialmente para la UdeG en el 2010, seguramente le servirá al cacique para calificar a quienes puedan ser depositarios de su confianza, en las sucesivas expresiones de su generoso reconocimiento y gratitud, cuando deba asignar cargos y repartir el dinero que el pueblo le confía a la institución.

Es probable que el jefe político de la UdeG se anime a abandonar los subterráneos en los cuales se desenvuelve con comodidad y desde los cuales mueve los hilos. Si así sucediera, habría que observar con atención las posiciones de privilegio en la primera fila de la marcha, donde aparecerán quienes desde ahora se asumen como candidatos firmes a la Rectoría general para el periodo 2013-2019: el secretario general de la UdeG, José Alfredo Peña Ramos y el Rector del CUCEA, Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla.

En esa primera fila, entre los incondicionales de «El Licenciado» irán los dirigentes de trabajadores, académicos y estudiantes, quienes apoyados en su enorme carisma, liderazgo y autoridad intelectual, ética y moral, seguramente conmoverán hasta la fibra más íntima de los integrantes de la comunidad universitaria, para que en forma voluntaria, convencida, emocionada, libre y generosa, concurran a la multitudinaria marcha.

Quizá presenciemos el destape formal, con un baño de pueblo en la primera fila, de quien algunos universitarios cercanos a «El Licenciado» consideran el potencial próximo Rector general de la UdeG: Héctor Raúl Pérez Gómez, quien se presume es el médico privado, de la más absoluta confianza del cacique. Pérez Gómez es el actual Rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), ex director del Hospital Civil, doctor en Ciencias Médicas y en Investigación Clínica, así como especialista certificado en infectología.

Padilla López ya le habría recomendado al doctor Pérez Gómez que se prepare anímica y políticamente, porque en su futuro estaría la Rectoría General.