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Froylán M. López Narváez
25 Nov. 09

Según sus declaraciones, Felipe Calderón no puede declararse perdedor en las «batallas» cotidianas en la guerra contra el narco, drama mexicano que se agrava con los días y el consumo creciente de drogas, ambos clave de su estimación y servicio político. No se avizora cuándo termine la brutal guerra mortífera e intolerable.
Más de una persona avisada por las adicciones y las matanzas diarias, inmisericordes, indiscriminadas. La muerte de civiles, soldados y policías evidencia las disputas por el mercado del mal y no es creíble que la autorización del mercadeo termine con la lucha a muerte de patrocinadores de productores, distribuidores y enganchadores. Se ha calculado en 400 mil personas, la cantidad de involucrados en México en el sucio negocio, de cuantía enorme. Por lo pronto ésta es una pérdida civil, moral y política que menoscaba la estima del gobierno legalizado.

NOta Completa:
http://www.mural.com/editoriales/nacional/510/1019029/