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Diagnósticos sobre libertad de expresión

Regulación en redes sociales, un arma de control político

El Economista

Hamza Shabam/The Washington Post

26 de noviembre de 2017

La Comisión de Elecciones Federales (FEC, por su sigla en inglés) dio un paso más para establecer regulaciones más estrictas sobre la política publicitaria en anuncios, especialmente, los de carácter político en las principales plataformas web, un cambio significativo para una agencia acosada por las denuncias de la supuesta injerencia rusa en las elecciones del 2016.

Los miembros de la comisión votaron para iniciar un proceso de reglamentación que exige renunciar a los anuncios políticos pequeños que se ejecutan en Facebook, Google y Twitter.

Facebook, Google y Twitter han declarado a la FEC que están abiertos a una supervisión más estricta sobre el negocio de la publicidad política. Las compañías tecnológicas han reconocido también que sus plataformas publicitarias y redes ayudaron a facilitar la intromisión extranjera.

Facebook informó que se compraron alrededor de 3,300 anuncios durante las elecciones del 2016. Por su parte, Google también identificó anuncios rusos en YouTube y Gmail, y Twitter fue la plataforma para la difusión de tuits de bots y cuentas falsas con mensajes propagandísticos del Kremlin.

Ya existe una regulación para  televisión, radio y anuncios digitales, pero la comisión no ha hecho explícito lo que se requiere de los anuncios políticos en línea, cuyas dimensiones y visualización hacen que sea difícil incluir un cargo de responsabilidad. El proceso de reglamentación buscará aclarar esas obligaciones.

Datos de la FEC confirman que la excandidata demócrata, Hillary Clinton, gastó un total de 230 millones 174,256 dólares en su campaña electoral, una cifra que triplicó la inversión republicana. Clinton apostó por la publicidad en televisión, mientras que Trump se centró en Facebook.

Sin embargo, la FEC desconoce la cantidad que se invirtió en publicidad electoral en la red social, ya que en el 2011 el gigante tecnológico logró clasificar la publicidad emitida como small campaign items (anuncios menores), lo que no requería del consentimiento de la FEC para publicar mensajes electorales.