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IFT presenta Metodología de Indicadores de Satisfacción de Usuarios de Telecomunicaciones

MVS

Citlali Sáenz

20 de octubre de 2017

El IFT indicó que los resultados de los indicadores de satisfacción que resultan de aplicar la Metodología, se reflejarán en la “Primera Encuesta, Usuarios de Servicios de Telecomunicaciones 2017.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones dio a conocer la “Metodología de Indicadores de Satisfacción de los Usuarios de Telecomunicaciones”, basada en información derivada de las encuestas aplicadas a usuarios de los servicios de Internet fijo, Telefonía fija, Telefonía móvily Televisión de paga.

El instituto detalló que la metodología tiene como objetivo brindar información, con elementos teóricos y metodológicos, para coadyuvar con el análisis y/o toma de decisiones de todo aquel interesado en el sector.

Asimismo indicó que los resultados de los indicadores de satisfacción que resultan de aplicar la Metodología, se reflejarán en la “Primera Encuesta, Usuarios de Servicios de Telecomunicaciones 2017” que en breve se publicará en el portal de internet del IFT, en el apartado “Encuestas, Usuarios de Servicios de Telecomunicaciones”.

Agregó que la medición de los niveles de satisfacción de los servicios de telecomunicaciones, a través de la percepción de los usuarios, permite dar un sentido profundo a los datos recolectados en encuestas en cuanto a la calidad con la que se reciben los servicios; la experiencia en el uso de éstos (quejas); así como conocer si el precio de los servicios está acorde a las expectativas de calidad (valor-dinero) y a la lealtad que puede generar el usuario hacia su proveedor.

 

El IFT no quiere que más privados se aprovechen de las concesiones para uso social

El Economista

Nicolás Lucas

20 de octubre de 2017

Han sido pocas las ocasiones en que los comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones hayan coincidido en pleno sobre asuntos regulatorios. Una de aquellas veces ocurrió en la tarde del 23 de agosto, día en que los siete líderes del IFT convergieron en que es apremiante la creación de una figura legal que impida a los particulares conseguir concesiones de tipo social y para fines culturales, cuando en realidad esos permisos terminan amparando eventos lucrativos y poco o nada promoventes de la identidad mexicana.

Son ocho casos ya, a los que el órgano regulador ha tenido que otorgar concesiones de explotación de frecuencias radioeléctricas con la promesa de los solicitantes de que se utilizarán en espectáculos con fines culturales.

El espectro, sin embargo, ha sido explotado en ferias automovilísticas donde el mexicano de a pie no entra, porque el precio de un boleto llega a costar hasta el equivalente de 300 dólares o en eventos de golf donde una entrada promedio rebasa los 12,000 pesos. Pero los organizadores de todos esos espectáculos han alegado que gracias al uso de esas frecuencias la imagen del país también se proyecta a escala internacional o que se genera una convivencia social entre los mexicanos.

Lo anterior deriva de que la actual legislación no contempla a detalle el otorgamiento de concesiones de explotación de espectro cuyas obligaciones más severas alcancen a organizaciones civiles y empresas en su intención de usar esas frecuencias en eventos lucrativos, pero aduciendo que su uso será para fines sociales, sin ánimo de ganancia y con proyección cultural de la identidad mexicana.

Tres comisionados del IFT: Adriana Labardini, María Elena Estavillo y Adolfo Cuevas ya habían advertido desde el año pasado que las empresas, con la intención o no, se benefician de las lagunas que han identificado en la legislación a la hora de acercarse a solicitar concesiones de tipo social, por ahora la figura legal más acorde a sus necesidades.

El más reciente de estos casos lo ejemplifica el espectáculo deportivo comercialmente identificado como “6 Hours of Mexico”, para el que los organizadores se acercaron al IFT a solicitar un permiso para explotar ciertas porciones del espectro radioeléctrico a través de 145 dispositivos entre micrófonos, antenas y cámaras que aseguraron la comunicación de todo el evento que se realizó en el Autódromo de los Hermanos Rodríguez entre el 2 y 3 de septiembre.

Ocurrió que los organizadores del 6 Hours of Mexico enviaron en abril del 2017 al IFT a los representantes de ASUCQ Deportes, una organización civil creada el 25 de enero de este mismo año y con domicilio en las Lomas de Chapultepec, a solicitar los permisos necesarios de explotación de espectro bajo el amparo de ser una asociación civil sin fines de lucro.

La tramitación de los permisos se llevó todo el primer semestre del año, pero se finiquitó a tiempo para que ASUCQ Deportes pudiera entregar de manera gratuita la concesión a Le Mans Endurance Management, la compañía responsable de operar el espectáculo World Endurance Champioship y de 6 Hours of Mexico.

ASUCQ Deportes se acercó al Instituto Federal de Telecomunicaciones con el argumento de que la obtención de los permisos aseguraría la correcta operación de un evento que ya se ha celebrado en países como el Reino Unido o Francia, y que además generaría en México una derrama económica de nueve millones de dólares y con la asistencia de unas 65,000 personas.

El IFT, identificando que el evento tendría tintes lucrativos, concedió el título de concesión de bandas radioeléctricas y se desconoce si ASUCQ Deportes realizó el pago de una contraprestación por el uso de esas frecuencias, pues tal punto en particular no está citado en los documentos oficiales que dan cuenta del tema.

Pero este caso sí abrió una discusión al interior del IFT, pues todos los comisionados coincidieron en avanzar con el establecimiento de una norma que alcance a quienes soliciten una concesión de espectro para este de espectáculos.

“Ciertamente es de reconocer que la ley no prevé en forma indubitable una salida para este tipo de concesiones; no obstante, es nuestro deber, como autoridad encargada, administrar de forma eficiente el espectro con la ley que tenemos, con la cuestión que tenemos de determinar la figura jurídica aplicable para poder prever soluciones a este tipo de problemas, que claramente no fueron reconocidas por la ley”, dijo ese día el comisionado Gabriel Contreras a sus colegas del pleno.

“Creo que no se acredita el uso social con propósitos culturales, para un evento claramente comercial con una derrama económica aproximada de nueve millones de dólares para los organizadores. Reconociendo las limitantes de las categorías creadas por le ley, creo que sería mejor asimilar casos como éste, que además irán en aumento en la medida que hay más y más conexiones máquina a máquina”, acompañó la comisionada Adriana Labardini.

El que una organización civil solicite una concesión para uso social seguidamente de haberse conformado, está para investigarse.

“No es una cuestión de la ley, sino de interpretación del IFT”, comentó Agustín Ramírez, abogado con especialización en telecomunicaciones del bufete Ouraboros. “La intencionalidad de la norma fue favorecer a aquellas organizaciones que en efecto no tuvieran fines de lucro y para demostrarlo no es suficiente revisar la escritura constitutiva sino que debieron indagar los fines para los cuales se utilizaría la concesión; es decir, las actividades específicas a las cuales se encuentra afecta la función habitual de la asociación y además, si posteriormente se demuestra que falsearon la información se amerita una sanción, incluso de carácter penal para sus directivos”.

Para frenar este tipo de acciones el IFT ya lanzó una consulta pública para definir los lineamientos futuros que alcancen a estos casos en particular y pronto definir los pasos a seguir.

En esa consulta participaron con opiniones actores de la industria como TV Azteca, AT&T, Motorola, la Canieti y Movistar, pero también empresas con interés en conocer más del asunto de explotar espectro para sus radiocomunicaciones privadas, en este caso General Motors y el grupo Peñoles.

Los cambios a que haya a lugar tendrían que alcanzar a los Lineamientos Generales para el otorgamiento de las Concesiones referidos en el Título Cuarto de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR).

Ya en los primeros días de marzo el IFT había concedido permisos de uso social para que privados explotaran temporalmente diversas bandas del espectro radioeléctrico en eventos deportivos de carácter lucrativo que se realizaron en los estados de Guanajuato y la Ciudad de México.

Entre el 1 y 7 de marzo, los organizadores del Rally Guanajuato 2017 y del World Golf Championship México 2017 explotaron, por separado, señales radioeléctricas para mantenerse intercomunicados entre sí en los lugares y durante los días en que se realizaron esos espectáculos.

Las solicitudes de explotación de las señales fueron presentadas entre enero y febrero, y el IFT resolvió pocas horas antes de que ambos eventos comenzaran.

Los organizadores del Rally Guanajuato 2017 y del World Golf Championship México 2017 cobraron a los fanáticos por los accesos, cuyos precios de las entradas rondaron entre los 35 y 900 pesos para el rally y de hasta 9,000 pesos promedio para el campeonato de golf.

Pero el IFT entregó los permisos a la Comisión Nacional de Rallies de México A.C. y a la Fundación Azteca del Grupo Salinas, quienes fueron los organismos que presentaron las solicitudes bajo los argumentos de ser entidades civiles sin fines de lucro, partícipes en esos eventos y que aseguraron también que ambas fiestas deportivas propiciarían la integración social, además de que mostrarían al mundo la cultura mexicana.