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Periodistas

 

Premio Jalisco de Periodismo 2014

La Jornada Jalisco

Mariana Recamier

3 de noviembre de 2014

 

 

03 de noviembre de 2014.- Se premia  en esta edición a la categoría reportaje con 50 mil pesos

 

Trabajos recibidos

 

59 prensa escrita

11 radio

38 televisión

13 de periodismo digital

64 estudiantes

9 postulaciones para la trayectoria periodística

En total 194 este año, 160 año anterior.

 

De Notisistema Griselda Torres, trayectoria presea emisario 80 mil pesos. El premio se llama El despertador americano.

 

Reportaje en prensa escrita: Ya apareció tu hijo de Darwin Franco publicado en Más por más Guadalajara

 

Televisión: La historia de Pepe  realizado por Santiago Espinoza Figueroa para Tv Azteca

 

Mención honorífica en tv: por Femina de Jade Ramírez canal 44

 

Multimedia: La fiebre del hierro ilegal de Alejandra Guillén publicado en Verde Bandera

 

Radio: Taxis ejecutivos, piratería de Lujo por Fabiola Hernández Hernández, radio noticias 1070

 

Estudiantes: Parque Metropolitano de la Eucalera por Iván Serrano Jáuregui y Juan José Ríos Mora 25 mil pesos

 

El premio principal es de 50 mil pesos

 

 

Dan a conocer a ganadores del Premio Jalisco de Periodismo

El Informador

Omar García

3 de diciembre de 2014

 

 

GUADALAJARA, JALISCO (03/DIC/2014).- La responsabilidad social del periodismo en un momento complicado de la vida nacional, fue el tema constante de distintos trabajos que se premiaron con el Premio Jalisco 2014, una edición que premia el trabajo periodístico de Gricelda Torres Zambrano con la presea Despertador Americano, por más de 20 años de trayectoria periodística en grupo Notisistema.

 

El Consejo directivo reconoció el esfuerzo al trabajo de Darwin Franco Migues, académico de la Universidad de Guadalajara y periodista que publicó «¿Ya apareció mi hijo? El calvario de las madres de los desaparecidos en Jalisco», que fue publicado en el periódico Máspormás en su versión tapatía.

 

En la categoría de radio, se reconoció a Fabiola Hernández, de Radio Noticias 1070, por su trabajo «Taxis ejecutivos, piratería de lujo». En televisión, el trabajo «La historia de Pepe» de Santiago Espinoza, le llevará la presea a Televisión Azteca. En esta categoría audiovisual, hubo una mención honorifica para Jade Ramírez Cuevas, de Canal 44 de la Universidad de Guadalajara, por el trabajo «Fémina».

 

Alejandra Guillén fue la ganadora en la categoría de Periodismo Digital por su trabajo «La Fiebre del hierro ilegal», publicado en el portal Verdebandera Periodismo Ambiental.

 

Todos ellos se harán acreedores a un reconocimiento, una escultura y un premio económico de 70 mil pesos. A excepción de la galardonada por trayectoria, quien se llevará 85 mil pesos.

 

En la categoría de estudiantes, los ganadores fueron Iván Felipe Serrano Jáuregui y Juan José Ríos Mora, quienes presentaron un trabajo titulado «Parque Metropolitano La Eucalera de Ocotlán: cambios urbanos, cambio social o la billetera rota de los gobiernos estatal y municipal».

 

El mejor periodismo

 

En Jalisco se imprimió el primer periódico de México, en 1810. De ahí la gran tradición que se tiene en el oficio periodístico, destacó el rector de la Universidad Autónoma de Guadalajara, Antonio Leaño Reyes «es del mejor periodismo del país», dijo. En esta ocasión, la organización de este premio corrió a cargo de la institución educativa afianzada en el municipio de Zapopan.

 

Acuñado en 1996 como Premio Emisario, el ahora Premio Jalisco de Periodismo es financiado por 10 medios de comunicación y siete universidades. En esta ocasión hubo un incremento de trabajos registrados en casi 20%, al pasar de 160 en el año 2012 a 194 en el año 2014.

 

 

Fallece el escritor Vicente Leñero

El Sol de México

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

Ciudad de México.- El novelista, dramaturgo, cuentista, guionista y periodista Vicente Leñero (Guadalajara, Jalisco, 9 de junio de 1933-Ciudad de México, 3 de diciembre de 2014) falleció este miércoles en la capital del país. Su primera publicación fue en 1959, cuando apareció el libro «La polvareda y otros cuentos», un texto que retrata temas de la ciudad y del campo.

En su cuenta de Twitter, el presidente del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, escribió: «Lamentamos el sensible fallecimiento de Vicente Leñero, uno de nuestros grandes intelectuales: dramaturgo, narrador y periodista congruente».

El titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes ofreció a la familia de Vicente Leñero realizar un Homenaje al escritor en el Palacio de Bellas Artes, que se acordó será hoy, a partir de las 12:00 horas y anunciaron que en el marco de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) tambien le rendirán tributo.

Vicente Leñero se ocupó en forma primordial de la crítica de las costumbres; del testimonio sobre la vida del periodismo en México; de los valores religiosos de sus personajes enmarcados en una problemática social; y de la recreación de situaciones históricas.

Estudió ingeniería y periodismo. Se recibió de ingeniero en la Escuela Nacional de Ingeniería de la UNAM en 1959 y de periodista en la Escuela Carlos Septién García en 1956.

«Comencé a estudiar periodismo porque pensé que ahí me enseñarían a escribir -me costaba un gran esfuerzo escribir, siempre me ha costado, no soy un escritor: aunque he escrito muchas cosas, la mitad debí no haberlas escrito-

«Y sí, aprendí a escribir porque había clases de redacción y fui autodidacta, me esforcé por aprender los secretos del lenguaje escrito», reveló Vicente Leñero a Christopher Domínguez Michael, quien escribió el artículo «Entrevista a Vicente Leñero. El realista en el mundo».

Leñero Otero fue becado en España por el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid en 1956. Fue también becario del Centro Mexicano de Escritores (1961-1962, 1963-1964) y de la Fundación Guggenheim (1967-1968). En 1958 obtuvo el primer y segundo lugar en el Concurso Nacional del Cuento Universitario.

En diversas entrevistas el narrador comentó que en algún momento renegó de los cuentos y pensó que ya no escribiría más. Entonces se lanzó a escribir novela. Su primera obra fue «La voz adolorida» (1961) cuya versión definitiva intituló años más tarde «A fuerza de palabras». En esta pieza, Vicente Leñero encontró su propio estilo, dejando paso abierto a la voz de su personaje que narra, sueña y relata.

Entre sus obras de novela se encuentran: «El Cordoncito» (1997); «Los Pasos de Jorge Ibargüengoitia» (2009); «Teatro completo II» (2011); «Vivir del teatro» (2012) y «Más gente así» (2013). Pero también libros entrañables como: «Los albañiles» (1963) en donde el autor incursiona en diferentes estratos sociales y económicos de la Ciudad de México. En ella narra los problemas y las satisfacciones, el amor, la amistad y el resentimiento entre albañiles, arquitectos e ingenieros.

«Estudio Q» (1965) en donde elabora una historia en torno a un estudio de televisión, en el que recrea la aventura de un actor que trata en vano de evadir su condición de personaje, para existir fuera de los libretos que supuestamente han de otorgarle la vida

«El garabato»(1967) una historia policiaca, en la que se encuentra una novela dentro de la novela y en donde Leñero juega con la estructura narrativa, al intercalar varias historias y combina el periodismo con la literatura.

«Redil de ovejas» (1972) en donde el autor -a través de distintos personajes-, narra el fervor religioso de los años setenta; entre el género picaresco y el testimonial, en esta novela se rompen noviazgos por cuestiones de fe opuestas entre sí.

«Los periodistas» (1978) que reelabora los hechos ocurridos en 1976, con la destitución de la directiva del diario Excélsior y refleja las muchas contradicciones del sistema político mexicano.

«El evangelio de Lucas Gavilán» (1979), obra de denuncia que adapta el Evangelio de San Lucas a la vida del México de los años setentas, en el que su personaje Jesucristo Gómez, es perseguido por los aparatos de represión hasta su aniquilamiento.

Y «Asesinato» (1985) que relata los hechos ocurridos la noche del 6 de octubre de 1978: los asesinatos del político nayarista Gilberto Flores Muñoz y de su esposa la escritora Asunción Izquierdo de Albiñana, muertos a machetazos en su domicilio.

«Algo que tienen sus textos es que no podemos saber si eso sucedió en verdad. Te leo y me trago todo lo que dices» comentó el escritor Juan Villoro en la presentación del más reciente libro de Vicente Leñero «Más gente así», realizada el pasado mes de febrero en la XXXIV Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. La Colección Periodismo Cultural del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes reeditó en 2013 su libro «Periodismo de emergencia».

Como periodista Vicente Leñero colaboró en publicaciones del país y del extranjero: en los diarios «El Heraldo de México» y «Excelsior», y en las revistas «Claudia» y «Revista de Revistas», de las que fue director de 1969 a 1972 y de 1973 a 1976 y desde su fundación en el semanario «Proceso» del cual fue vicepresidente.

Vicente Leñero comentó que uno de sus intereses era escribir teatro, «siempre tuve ese cosquilleo. Mi padre era muy de teatro y nos llevaba a ver don Juan Tenorio, de la que me sabía el primer acto de memoria» y a partir de este gusto empezó una carrera de dramaturgo que abordó el teatro histórico y de denuncia, el drama testimonial y urbano y el de adaptación de sus propias novelas o de obras de otros autores.

Entre sus trabajos se encuentran: «La noche de Hernán Cortés»; «Los albañiles»; «La Carpa», «Estudio Q»; «Los hijos de Sánchez» (del libro homónimo de Oscar Lewis); «Las noches blancas» (de la novela de Dostoievski); «Compañero» (basada en la vida, actuación política y muerte de Ernesto Che Guevara); «El juicio» (síntesis de las versiones sobre el juicio popular, seguido a José de León Toral y a Concepción Acevedo de la Llata, acusados del asesinato de Álvaro Obregón).

«La mudanza» en donde el autor juega con lo real y lo fantástico, al plantear la situación de una pareja que al mudarse de casa, se enfrenta con el fantasma del desamor y el egoísmo; «Alicia» la historia de una mujer que decide dejar a su marido, cansada de ser dependiente y sumisa, para finalmente regresar y retomar su papel de esposa.

«El Martirio de Morelos» fue muy comentada por la crítica teatral. En ella desarrolla la última época de la vida de Morelos y la flaqueza que cometió este héroe de la Independencia para salvar su vida, al mandar una carta dirigida al virrey Calleja, informándole quiénes eran los principales cabecillas del movimiento.

«Nadie sabe nada» aborda el tema de la relación prensa-poder y de la corrupción periodística. Y «El Infierno», una versión de la Divina Comedia hecha como homenaje a Dante.

«‘Pueblo rechazado’ (1968) fue el inicio un poco titubeante de mi carrera teatral, pensando en hacer algo así como un auto sacramental. Al final es una obra fallida, de estructura indecisa. La estrenamos el 12 de octubre, poco después de Tlatelolco, cuando había un hervidero muy grande. Armó mucho escándalo: el papa, la autoridad eclesiástica, imponiéndose y prohibiendo el psicoanálisis.

«Fue una obra que creció, hicimos muchas representaciones, a teatro lleno. Con esa obra dije: ´Voy a olvidarme un poco de la literatura´. Dedicarme durante algún tiempo al teatro, me dio otra salida. Mi preocupación formal la pasé al teatro, a hacer teatro documental», añadió Vicente Leñero en la entrevista de Christopher Domínguez Michael.

El dramaturgo también realizó varios guiones para televisión y cine, entre los que destacan: «Los de abajo» (1976); «Cadena perpetua» (1978); «El callejón de los milagros» (1995); «La ley de Herodes» (1999), «El crimen del padre Amaro» y «La habitación azul» (2002).

Recibió diversas distinciones; premio Seix Barral en 1963 por su novela «Los albañiles»; premio Juan Ruiz de Alarcón a la mejor obra estrenada en 1969 por «Los albañiles» y en 1979 por «La mudanza»

El primer premio otorgado por la Agrupación de Periodistas Teatrales de México por «Nadie sabe nada» (1988); el premio Manuel Buendía en 1994 por su trayectoria periodística; el premio Xavier Villaurrutia (2000) y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura (2001)

Fue nombrado miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua y tomó posesión de la silla XXVIII el 12 de mayo de 2011 con el discurso «En defensa de la dramaturgia» y el 21 de septiembre de 2011 fue galardonado, junto a José Agustín, con la Medalla Bellas Artes que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).cund

 

Murió Vicente Leñero

El Occidental

Víctor Chávez Ogazón

3 de diciembre de 2014

 

 

La Feria Internacional del Libro (FIL) en su edición 28 guardó dos minutos de silencio ante el anuncio sorpresivo de la muerte del escritor y periodista jalisciense Vicente Leñero, de 81 años de edad, de quien se expresó su luto y dolor con la instalación de un moño negro en la sala de prensa de la fiesta de los libros. Habrá homenajes póstumos.

Eran las 13:00 horas cuando se advirtió un extraño silencio. Nadie hablaba, todos mostraban rostros de sorpresa y se confirmaba que el año 2014 fue implacable contra los exponentes del arte de las palabras.

Una voz al fondo, en una transmisión en vivo por Radio Universidad de Guadalajara, ratificaba lo que ya era un secreto a voces en redes sociales: «Se confirma, el guionista, escritor y periodista Vicente Leñero, fundador de la revista Proceso, ha muerto a los 81 años. Este jueves sus restos serán honrados en Palacio de Bellas Artes».

Así se unía a una larga lista de 24 escritores de todo el mundo que han muerto en el 2014, entre los más significativos para México: El colombiano Gabriel García Márquez «Gabo», el argentino exiliado en México, Juan Gelman, y el mexicano José Emilio Pacheco.

DE LUTO

Confirmada la información, poco después de las 15:00 horas apareció en la sala de prensa de la Feria Internacional del Libro en su edición Vigésima Octava la directora de la misma, Marisol Schulz Manaut, que no podía ocultar su pesar.

«En un momento tan duro como el que vive México una voz indispensable era sin lugar a dudas la del querido escritor, periodista, amigo, Vicente Leñero. En medio de esta vorágine de acontecimientos que implica estar al frente de la FIL, me entero así súbitamente de su fallecimiento y es sin duda un balde de agua helada», dijo a punto del llanto la Directora de la FIL, que recibió los abrazos y el calor de su equipo para reconfortarla.

«Tuve la inmensa fortuna de conocerlo y de trabajar como editora en un libro suyo que quedará para siempre en mi memoria: ‘La vida que se va’, novela donde hablaba, entre otras cosas, de su pasión por el ajedrez. Hoy la vida, o eso que llamamos vida, se le ha ido a nuestro adorado Vicente, y me lo imagino jugando una partida de ajedrez con la muerte como aquella escena inolvidable de ‘El séptimo sello'», añadió Marisol Shulz, que así demostraba su cercanía con el escritor.

Luego añoró: «Nos faltará su voz, nos faltarán sus reportajes y su percepción inequívoca de la realidad mexicana. Nos deja un gran legado que como lectora y amiga pienso seguir honrando», reiteró Marisol, que se puso de pie y con ayuda, colocó un gran moño negro en muestra de que la FIL celebrada desde hace 28 años en Jalisco y que por sus pasillos vio caminar, años atrás, a Vicente Leñero, hoy está de luto.

EJEMPLAR PERIODISTA TAPATÍO

Vicente Leñero nació en Guadalajara. Estudió Periodismo en la Escuela Carlos Septién. Fue becario del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, en 1956, y a finales de la década siguiente del Centro Mexicano de Escritores y de la Fundación Guggenheim. Entre sus obras destacan: «Los albañiles» (1963), «Estudio Q» (1965), «El garabato» (1967), «Redil de ovejas» (1972), «El evangelio de Lucas Gavilán» (1979), «Asesinato» (1985) y «La vida que se va» (1999). Dramaturgo, periodista, escritor y guionista de cine y televisión. Su carrera periodística comenzó en la revista Señal, posteriormente fue director de la revista Claudia, de 1969 a 1972; de Revista de Revistas, entre 1973 y 1976, y subdirector del semanario Proceso, del cual también fue fundador.

Recibió importantes reconocimientos, como el Premio Xavier Villaurrutia, por su antología «La inocencia de este mundo», y el Premio Nacional de Letras en 2002. Leñero obtuvo el Premio Universitario de Cuento (1958) con el texto «La Polvareda» y cinco años después escribió la novela «Los albañiles» (1963), que ganó el Premio Biblioteca Breve Seix Barral. En «Los periodistas», una de sus más grandes obras, se conjuga la investigación exhaustiva, el relato y la reconstrucción testimonial. «La Zona Rosa» es la única recopilación de su trabajo periodístico. En 1997 la Feria Internacional del Libro de Guadalajara le rindió el Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez.

 

Muere el escritor Vicente Leñero a los 81 años

La Jornada Jalisco

Ana Mónica Rodríguez

3 de diciembre de 2014

 

 

03 de diciembre del 2014.- El maestro del periodismo, del guión cinematográfico, de la novela y del cuento, Vicente Leñero falleció este miércoles, a los 81 años de edad.

 

Nacido el 9 de junio de 1933 en Guadalajara, Jalisco, el renombrado escritor, dramaturgo y periodista

 

dejó un hueco más en el mundo de la narrativa mexicana tras su deceso en la ciudad de México.

 

Hace un año, en 2013, Vicente Leñero no aceptó homenajes ni festejos en su onomástico. “Siempre fui muy tímido y aislado”, dijo el reconocido autor.

 

Enfatizó: “Me choca cumplir años y no lo voy a celebrar, ya se lo dije a todo mundo. Uno puede celebrar publicar un libro y el acierto o la fortuna de los amigos y de la amistad, pero no debería hacerlo con los cumpleaños”.

 

Del autor de Los albañiles, su esposa Estela Franco, subrayó -en esos días- la armonía y la amorosa relación que imperó en su matrimonio por más de 50 años.

 

“Lo admiro como persona y como escritor. Siempre lo he alentado, lo he acompañado en toda nuestra convivencia. Es un hombre obsesivo en su trabajo. Por fortuna, tiene muchos años que se dedica a ello en su biblioteca y siempre lo veo escribiendo y muy dedicado. Claro, esto ha ido bajando un poco, porque antes escribía muchísimo”.

 

Sin embargo, prosiguió Franco, siempre lo veo ocupado, “porque es muy generoso; a sus alumnos, a gente que le pide que le revise sus novelas o guiones, responde siempre con mucha responsabilidad.”

 

De hecho, subrayó que la admiración hacia su esposo radicaba en que “era un hombre muy comprometido. Estábamos muy unidos en la cuestión religiosa, y que sea un hombre tan trabajador para mí ha sido muy respetable. Siempre ha estado conmigo, en las buenas y las malas”.

 

De su biografía el promotor cultural y editor José María Espinasa dio cuenta en un texto que se publicó en La Jornada Semanal, suplemento cultural de esta casa editorial (21/07/2013), con el cual se sumó a las celebraciones y homenajes que recibió “uno de los más importantes narradores mexicanos de la segunda mitad del siglo XX” en sus ocho décadas de vida.

 

Espinasa recordó: “En 1961, después de terminar sus estudios de ingeniería, se da a conocer como escritor con el libro La voz adolorida. Rápidamente se vuelve protagonista de las letras mexicanas, y suma a su incansable trabajo como editor y periodista una constante actividad literaria que no se limitará a la narrativa, sino que se extenderá con el tiempo a otros géneros, como el teatro y el guión de cine”.

 

En 1963, prosiguió, con la aparición de Los albañiles, distinguida con el Premio Biblioteca Breve, pareció proyectarlo, junto a Carlos Fuentes, como el otro protagonista mexicano del boom.

 

“La novela es hoy por hoy un libro de referencia y ha aguantado mucho mejor que otras novelas de sus contemporáneos el paso del tiempo. Pero Leñero no fue el protagonista que se esperaba del boom, simplemente siguió siendo un gran escritor”.

 

Incluso, destacó Espinasa, “ese profesionalismo, ese oficio, está puesto al servicio de la obra con gran inteligencia. Todos los textos de Leñero son obra personal, incluso los que se pueden considerar estrictamente pedidos laborales –como un guión de cine, por ejemplo–, y eso los vuelve notable literatura”.

 

También, “Leñero es a veces un novelista realista con tintes políticos, y rinde por ello homenaje a modelos como Martín Luis Guzmán, Rulfo o Revueltas, o incluso a compañeros de generación como Ibargüengoitia”.

 

A la vez, prosiguió Espinasa, “es un gran lector de Arreola, de la literatura fantástica, de la policíaca y de la experimental (en “Las uvas estaban verdes” cuenta las desgracias de Estudio Q, cuando el mercado reclama realismo mágico). Eso le permite ser muy versátil. A eso agrega su capacidad de escuchar el habla, su oído para los giros idiomáticos (sólo comparable al de Ricardo Garibay). Por eso prolonga las búsquedas de la narrativa de la Revolución Mexicana en un contexto urbano y con introspecciones psicológicas e intimistas”.

 

Vicente Leñero estudió ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y periodismo en la Escuela Carlos Septién García. Se desempeñó como director de famosas revistas mexicanas y fue integrante del Sistema Nacional de Creadores desde 1994.

 

Además fue galardonado con los premios Biblioteca Breve, en 1963, por Los albañiles; Premio Mazatlán de Literatura 1987, por Puros cuentos; Premio de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón 1992, por su trayectoria como dramaturgo.

 

Asimismo, obtuvo los premios Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez 1997; el Xavier Villaurrutia 2000, por La inocencia de este mundo, y el Nacional de Literatura y Lingüística 2001, entre otros galardones.

 

 

 

‘Leñero se sentó a jugar ajedrez con la muerte y perdió la partida’: Schulz

La Jornada Jalisco

Patricia Mignani

3 de diciembre de 2014

 

 

03 de diciembre del 2014.- Debido al sorpresivo fallecimiento del escritor y periodista mexicano Vicente Leñero, se ofreció en la Feria Internacional del Libro (FIL) una rueda de prensa a cargo de la directora general de la FIL, Marisol Schulz, con la presencia de Virgilio Caballero.

 

“Nos llega de una manera inesperada, sorpresiva y nos llena de una enorme tristeza. (…) En mi calidad de editora me tocó trabajar su regreso a la novela con La vida que se va, una novela que tiene una portada con una pieza de ajedrez. Yo simbólicamente pienso que Vicente Leñero, una persona que tenía verdadera pasión por el ajedrez, se sentó a jugar ajedrez con la muerte y lamentablemente perdió la partida”, dijo Schulz.

Dijo que la partida de Leñero a sus 81 años deja a los lectores en una absoluta orfandad ya que era una voz crítica.

Caballero, por su parte, comentó que es imprescindible su libro Los periodistas. “Vicente Leñero el gran periodista reseña lo que es para la historia del periodismo el antes y el después del secuestro del periódicoExcélsior, por parte del gobierno de Echeverría, y la salida de un grupo de notables periodistas, desde luego entre ellos él mismo. La reseña que él hace en Los periodistas tiene tal valor documental que sin duda forma parte de la historia del periodismo del país”.

Resaltó su faceta de periodista valiente y honesto cuando Leñero se atrevió a dar nombres, apellidos y circunstancias en detalle de todo lo ocurrido en el conocido Golpe a Excélsior. Destacó además que con su testimonio le dio seguimiento a lo que luego aconteció en el periodismo nacional “la revista Proceso, el periódico Unomásuno, La Jornada. Está Vicente sembrando con Los periodistas la esperanza de lo que sería un periodismo decente”.

Caballero, que el domingo 7 de diciembre recibirá el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, agregó que, a la perdida que hoy entristece a todos, le agrega más sufrimiento la situación que está viviendo el país. Finalizó su intervención con el interrogante de dónde están los que siguen, los que podrían ocupar el lugar de referentes como Leñero.

Schulz dijo que se piensa realizar un acto de homenaje para el día domingo, antes de la entrega del Premio Fernando Benítez a Virgilio Caballero.

 

 

Lamentan fallecimiento de Vicente Leñero

El Informador

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

 

CIUDAD DE MÉXICO (03/DIC/2014).- Diversas instituciones y personalidades han mostrado su pesar por la muerte del escritor y periodista Vicente Leñero.

 

El Fondo de Cultura Económica (FCE), a través de su cuenta de Twitter señaló: «Lamentamos profundamente la muerte de Vicente Leñero, periodista y escritor, autor del FCE, cuya obra enriquece nuestra literatura».

 

Por su parte, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) compartió el mensaje: «Lamentamos el fallecimiento del maestro Vicente Leñero, figura fundamental de la dramaturgia mexicana del siglo XX».

 

Asimismo, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) señaló: «Enviamos nuestras condolencias a familiares y amigos de Vicente Leñero. Periodista y escritor, Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2001».

 

El titular del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, escribió también en Twitter: «Lamentamos el sensible fallecimiento de Vicente Leñero, uno de nuestros grandes intelectuales: dramaturgo, narrador y periodista congruente».

 

Colegas lamentan su deceso

 

Uno de los escritores que también lamentó la muerte del autor fue Fabrizio Mejía, quien comentó: «En los últimos años pude hablar con Vicente Leñero cada mes. ‘Dime y yo te digo si sí o no’, era su primera frase. Lo voy a extrañar».

 

Alberto Chimal también recordó al autor de Los Albañiles. » Murió Vicente #Leñero, periodista, narrador, dramaturgo», escribió en Twitter, y recomendó una liga con «una muestra mínima de su obra».

 

Mauricio Montiel Figueiras también lamentó la muerte del periodista. «Otra pésima noticia para el mundo de las letras: ha muerto Vicente Leñero (1933-2014). Una lección de ética y estética literarias», escribió.

 

Editoriales como Cal y Arena también lamentaron la muerte del autor. » @LibrosCalyArena: Lamentamos profundamente la muerte de Vicente Leñero (Guadalajara, 1933-ciudad de México, 2014), autor de esta casa editorial».

 

El autor de Los albañiles murió el miércoles 3 de diciembre en la Ciudad de México, informaron sus familiares.

 

 

 

Famosos del espectáculo lamentan muerte de Vicente Leñero

El Informador

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

 

CIUDAD DE MÉXICO (03/DIC/2014).- Al darse a conocer la noticia del fallecimiento del escritor y periodista Vicente Leñero, personalidades del mundo del espectáculo externaron su pésame a través de las redes sociales.

 

«Qué tristeza. Hasta luego querido Vicente Leñero. Un abrazo eterno a toda la familia”, publicó Gael García en su cuenta de Twitter.

 

Gael protagonizó la cinta El crimen del padre Amaro, con guión de Leñero.

 

Diego Luna también externó sus condolencias por la misma vía, donde señaló: «Qué triste noticia la del maestro Leñero. Un hombre con gran sentido del humor y un corazón enorme».

 

«Ay, qué triste, ha muerto Vicente Leñero/ Qué solos nos estamos quedando», comentó a través de Facebook y Twitter la actriz y escritora Ana Colchero.

 

La conductora Pati Chapoy, en su cuenta de Twitter @ChapoyPati comentó: «De luto, falleció el escritor Vicente Leñero. Bellas Artes rendirá mañana un homenaje al escritor».

 

La productora del filme «Días de Gracia», Adriana Bello, también escribió: «Vicente Leñero, entre tus letras siempre vivirás».

 

«Las letras están tristes de nuevo. Se fue Vicente Leñero. Gran dramaturgo y periodista y cronista de su tiempo. Descanse en paz», dijo el actor Mauricio Castillo también en Twitter.

 

Mañana jueves al mediodía se rendirá un homenaje en Palacio de Bellas Artes al autor de «Los Albañiles».

 

 

 

Cenizas de Vicente Leñero regresarán a su casa

El Informador

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

 

CIUDAD DE MÉXICO (03/DIC/2014).- El escritor y periodista Vicente Leñero murió hoy miércoles a las 09:00 de la mañana por complicaciones «derivadas de su afición al cigarro», dijo un miembro de la familia.

 

Los restos del autor de «Los Albañiles» están siendo cremados, después se espera que las cenizas vuelvan a su hogar, donde estará toda la familia el resto del día.

 

Una de las hijas del escritor indicó que murió tranquilo en su casa y que la familia espera estar en paz en su domicilio.

 

Será hasta mañana jueves a las 12 del día cuando se esperen las condolencias de sus lectores y admiradores en el Palacio de Bellas Artes.

 

Afuera del domicilio no se registra mayor movimiento, sólo personas cercanas visitan a la familia Leñero.

 

Vicente Leñero, maestro de las letras y del periodismo mexicano

 

El periodista Vicente Leñero, quien falleció esta mañana a los 81 años de edad, es considerado uno de los autores más importantes del medio siglo XX mexicano, pues lo abordó con éxito la novela, el teatro, la crónica, el cuento y el guión cinematográfico, además de ser maestro de varias generaciones de periodistas.

 

A lo largo de su trayectoria el célebre autor escribió 20 guiones de cine, una decena de novelas, 14 otras de teatro y tres compilaciones de cuentos, lo que ha decir de sus colegas lo convierte en un escritor profesional.

 

Leñero oriundo de Guadalajara, Jalisco, nació el 9 de junio de 1933.

 

De acuerdo con sus biógrafos, se graduó en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1959, con el grado de ingeniero civil, pero Leñero pronto se refugió en la escritura para ganarse la vida.

 

Su primera novela fue «La polvareda», que le publicó Editorial Jus; luego vendría «La voz adolorida» (1961), el monólogo de un enfermo mental en torno a la vida, con el que muestra el realismo psicológico de sus primeros escritos.

 

En 1963 vinieron «Los albañiles», que le valió el Premio Biblioteca Breve. El trabajo narra la historia de un velador en una construcción.

 

Poco después Leñero empezó a escribir guiones teatrales, adaptando «Los albañiles», en 1970; «La carpa», en 1971, y «Los hijos de Sánchez», de Oscar Lewis, en 1972.

 

Se dice que influyó en el inicio del género documental del teatro en México, y dos de sus trabajos notables son «Pueblo rechazado» y «El juicio».

 

En los años 80, Leñero publicó con éxito varios libros documentales, tales como «La gota de agua» y «Asesinato».

 

El destacado periodista además incursionó en otros géneros. Fue guionista de «El crimen del padre Amaro» (2002), una de las películas mexicanas más exitosas; y como periodista publicó para el diario «Excélsior» y en las revistas «Claudia» y «Proceso».

 

Su amplia obra inició con «La polvareda», en el año 1959, y llega hasta «Más gente así», apenas del año pasado, lo que habla de una larga trayectoria que le valió diversos reconocimientos como el Premio Biblioteca Breve en 1963, por «Los albañiles».

 

También fue merecedor de beca Guggenheim en 1967, los premios Xavier Villaurrutia y el Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura en 2001, además de que a partir de 2010 fue miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, y obtuvo la Medalla Bellas Artes otorgada por el INBA, en 2011.

 

Otras de las películas para las que Leñero fungió como guionista fueron «Los de abajo» (1978), «El callejón de los milagros» (1995), «La ley de Herodes» (1999),  y «El atentado» (2010).

 

El trabajo periodista, como guionista y escritor de Vicente Leñero, quien murió a los 81 años de edad el 3 de diciembre de 2014, hicieron de él un maestro de las letras.

 

 

 

Fallece el escritor y periodista Vicente Leñero

El Informador

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

 

CIUDAD DE MÉXICO (03/DIC/2014).- El escritor Vicente Leñero falleció hoy miércoles en la Ciudad de México a la edad de 81 años, confirmaron fuentes de su familia.

 

El también periodista solía decir que tenía más vida que imaginación. Aseguraba también que no le gustaba celebrar su lugar en la historia de México, es más, no creía que tuviera uno en la vida nacional y cultural del país, por eso era renuente a las entrevistas y a los actos públicos; tampoco disfrutaba de la vida pública ni pertenecía a ningún grupo.

 

Sin embargo, con su trabajo periodístico y literario se convirtió en uno de los más importantes narradores mexicanos de la segunda mitad del siglo XX. «Los compañeros de mi generación eran los que se decía que estaban en las mafias, yo viví siempre aparte. Mi único real amigo literario de mi generación fue José Emilio Pachecho», aseguró.

 

El escritor nació en Guadalajara el 9 de junio de 1933 y en 1961, después de terminar sus estudios de ingeniería, se dio a conocer como escritor con el libro «La voz adolorida», convirtiéndose así en protagonista de las letras mexicanas. A esta faceta literaria se suma su trabajo como editor, periodista, dramaturgo y guionista.

 

Su acercamiento a la literatura fue a temprana edad, gracias a que su padre era un gran lector. Julio Verne, Salgari, Mark Twain fueron algunos de los autores que leyó en su niñez. Aún con esta formación lectora, no deseaba ser escritor, sólo «escribir cuentos», además asegura que también era un «lector desordenado».

 

Leñero hizo estudios de ingeniería, además comenzó a estudiar periodismo en la escuela Carlos Septién García porque pensó que esta profesión le sería útil para aprender a escribir. En una entrevista concedida a Letras Libres, dijo sobre la escritura: «No soy un escritor, aunque he escrito muchas cosas, la mitad debí no haberlas escrito».

 

Homenaje a Vicente Leñero, en Bellas Artes

 

El escritor y periodista Vicente Leñero recibirá un homenaje de cuerpo presente mañana al mediodía en el Palacio de Bellas Artes.

 

Eugenia, una de las hijas del autor, confirmó lo anterior.

 

El también periodista murió hoy a los 81 años de edad.

 

 

El oficio de Leñero

Reporte Índigo

4 de diciembre de 2014

Norma Garza

 

Fundador de la revista Proceso y prolífico y acucioso periodista, Vicente Leñero murió ayer a los 81 años víctima de cáncer pulmonar. Hoy será homenajeado en Bellas Artes el maestro de muchas generaciones de comunicadores

Vicente Leñero cerró su ciclo vital en congruencia con su timidez. Durante toda su vida se negó a recibir premios y le llovían. Se negaba a homenajes y mañana será justamente reconocido en Bellas Artes.

Se negaba también a la traición, se negó a traicionar sus convicciones y se negó a ceder, en 1976, a la presión que el gobierno de Luis Echeverría quería imponer sobre el derecho a la información.

Entonces, en uno de los pasajes más emblemáticos de la historia del periodismo mexicano, su actuación y la de sus compañeros de lucha por la libertad de pluma, sigue siendo el ejemplo de que no se puede tapar el sol con un dedo. Ni las notas periodísticas que dicen lo ineludible.

Escritor prolífico, maestro de generaciones de periodistas, Leñero enseñaba aún sin proponérselo. Su testimonio, probablemente el mejor, del terrible día de represión en que Julio Scherer, Miguel Ángel Granados Chapa y Vicente Guerrero tuvieron que dejar la redacción de Excelsior a solicitud del Ejecutivo Federal, es un documento imprescindible sobre la honestidad y la convicción que debieran prevalecer en la labor de informar.

El “Golpe a Excelsior” del 8 de julio de 1976 significó un parteaguas tanto en la vida de los destacados periodistas que salieron siguiendo a Scherer, como para el país al iniciarse un nuevo periodismo que difícilmente podría reprimir el gobierno.

Al poco tiempo Scherer y Leñero fundaron el semanario Proceso, que a través de los años se ha mantenido en su posición de crítica al gobierno, a los políticos y a los funcionarios corruptos.

Como en Excelsior, en donde dirigía Revista de Revistas, en Proceso impulsó la sección cultural sopesando de igual forma su importancia con la noticia política. Y desde las páginas culturales siempre fue el descubridor y guía de muchos escritores emergentes.

En su equipo estaban José Agustín, Gustavo Sainz, Ignacio Solares, Parménides García Saldaña, René Avilés Favila. Y también a quien consideraba su “único compañero de generación” José Emilio Pacheco, quien igual que Leñero fue un fiel colaborador de Proceso.

Ricardo Garibay y Jorge Ibargüengoitia emergieron en la literatura mexicana al mismo tiempo, y también con un sentido político que respondía a una época de transición.

Entre sus libros destacan “Los Albañiles” y “El Evangelio de Lucas Gavilán”, este último un reflejo de la reacción al catolicismo tradicional que aprendía en su cercanía a la Teología de la Liberación.

En épocas que no se apreciaba el periodismo cultural, Leñero se impuso como director de la revista Claudia al inicio de los 70, medio que lejos de permanecer en su calidad de espectáculos y sociedad tenía una sección cultural que demostró que la buena literatura y los ensayos de fondo se pueden posicionar en los públicos más inesperados. Ahí empezó a formar su equipo de escritores que lo consideran su maestro, su promotor y su guía al colocar lo “culto” entre lo popular.

Scherer, entonces como director de Excelsior, en 1972 lo invitó a crear una revista cultural e hizo Revista de Revistas, que continuó hasta que el grupo de 200 trabajadores dejaron el medio que criticaba al presidente Luis Echeverría, quien apoyó que quedara Regino Díaz Redondo como director durante dos décadas más.

Es difícil, o imposible, clasificar la obra de Vicente Leñero como dramaturgo guionista, ensayista, novelista o periodista. Es todo a la vez, y sus libros de ficción y no ficción han sido best seller desde su narrativa fácil y contenidos complejos.

“Los Periodistas”, además de ser una obra literaria de no ficción, significa un documento imprescindible para la formación profesional de muchos jóvenes noveles en el oficio. En los contenidos amenos y a la vez profundos Leñero cuestionaba el cohecho como práctica común de una época: “Se les ofrecía como premio el poder; se les exigía un precio: la traición. Para los ambiciosos, para los resentidos, para los mediocres, no era un precio excesivo; la  operación no era un cohecho más, otro embute que valía aceptar clausurando el último temblor de la consciencia”.

En el oficio de periodista dejó piezas memorables, entre ellas la entrevista al Subcomandante Marcos en 1994, que realizó a petición expresa del jefe del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, quien decidió que él podría hacer el documento más fidedigno de sus intenciones. Así empezó a forjarse un personaje sólido con intereses legítimos y el mensaje que quiso trasmitir Marcos tuvo trascendencia internacional.

En el cine mexicano destacan el guión de la novela de Mariano Azuela, “Los de Abajo” y “El Callejón de los Milagros” del Premio Nobel egipcio Naguib Mahfuz y la multipremiada “El Crimen del Padre Amaro” del portugués Eça de Queirós escrita en 1875 y modernizada por Leñero.

Y como novelista, por su contenido político se coloca junto a Martín Luis Guzmán y Juan Rulfo.

Leñero ayer falleció a consecuencia de un cáncer pulmonar. Estaba en su casa de la Ciudad de México acompañado por su esposa, Estela, y sus hijas Estela, Isabel, Eugenia y Mariana. Descanse en paz Vicente Leñero.

Escritor profesional

Vicente Leñero nació el 9 de junio de 1933 en Guadalajara. Estudió Ingeniería Civil en la Universidad Autónoma Nacional de México y periodismo en la Carlos Septién García.  Fue director de la revista Claudia y subdirector de Proceso de 1977 a 1998, además de miembro del Consejo Administrativo hasta su muerte.

Recibió el Premio Xavier Villaurrutia por su antología “La inocencia de este mundo” y el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en el área de Lingüística y Literatura, ambos en 2001.

También le otorgaron el Premio Mazatlán de Literatura (1987), el Mayahuel De Plata por su aportación al cine mexicano y el Premio Nacional de Periodismo Carlos Septién García. Además del Biblioteca Breve por “Los Albañiles”; Premio Mazatlán de Literatura 1987, por “Puros cuentos”; Premio de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón 1992. El Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez, en 1997. Y en 2011 ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua.

Se le cataloga, junto a Carlos Fuentes, como el otro protagonista mexicano del boom. Y escribió en total 20 guiones de cine, 13 novelas, 14 obras de teatro, tres colecciones de cuentos y miles de artículos periodísticos.

En 2013 no aceptó homenajes ni festejos por sus 80 años y repitió: «Siempre fui muy tímido y aislado. Me choca cumplir años y no lo voy a celebrar, ya se lo dije a todo mundo. Uno puede celebrar publicar un libro y el acierto o la fortuna de los amigos y de la amistad, pero no debería hacerlo con los cumpleaños».

 

Vicente Leñero, novelista, dramaturgo, periodista, guionista…

Excélsior

4 de diciembre de 2014

Luis Carlos Sánchez

El autor de La vida que se va y Los albañiles murió ayer, a las 8:56 de la mañana, a causa de un cáncer pulmonar; el también ingeniero civil y académico de la lengua recibirá hoy, a mediodía, un homenaje luctuoso en el Palacio de Bellas Artes

 

CIUDAD DE MÉXICO, 4 de diciembre.- Muchas veces Vicente Leñero quiso abandonar la vida que llevaba. Ya fuera en el periodismo, la dramaturgia o la novela, cada cierto tiempo pensaba que ya había dicho todo lo que tenía que decir. Así sucedió antes de que decidiera dedicarse enteramente a las letras, cuando era ingeniero civil y, para ganarse la vida, trabajaba haciendo levantamientos topográficos y dando algunas clases.

Eran los últimos años de la década de los 50 del siglo pasado y Leñero comenzó a escribir los guiones para las radionovelas de Palmolive. El trabajo lo había conseguido por ayuda de Estela Franco, la mujer que le acompañó toda la vida. A partir de entonces decidió que jamás volvería a ocuparse de cuestiones técnicas de la construcción y que la vida se le iría buscando la manera de contar historias.

Pero, de vez en vez, el periodista volvía a decir que había cumplido otro ciclo narrativo. Ayer, uno de los ciclos más importantes se cumplió: Leñero falleció a las 8:56 horas de la mañana a consecuencia del cáncer de pulmón que se le diagnosticó en mayo pasado. “Pasó sus últimos días tranquilo. Ya había escrito lo que tenía que escribir, ya había dicho lo que tenía que decir. No quería ya hacer nada, escribía sus artículos y eso le gustaba”, dijo Mariana Leñero, una de sus cuatro hijas.

Afuera de la casa del cronista no hubo bullicio. Congruente con la personalidad tímida, casi apartada de la exposición pública que siempre mostró el jefe de familia, el domicilio de Avenida 2 en la colonia San Pedro de los Pinos permaneció tranquilo todo el día. No hubo visitas de gente famosa, ni de funcionarios buscando aparecer en la foto; escasísimos arreglos florales y sólo la familia estuvo presente. Así lo había pedido él: “que estuviéramos juntos”, dijo el cineasta Víctor Ugalde, yerno del novelista.

Leñero también dispuso que su cuerpo fuera cremado y que no hubiera velorio, y dejó a su amada Estela la decisión de hacerle homenaje o no. “Él decía que nada más lo que quisiera mi mamá”, recordó Mariana. Hoy, al mediodía, la urna con las cenizas del dramaturgo será trasladada al vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, donde se permitirá que la gente que lo estimó se despida de él.

“Lo hicimos para la gente que lo quiere, muchos amigos no lo sabían, no era algo que se decía. Creímos que era una buena oportunidad para que la gente que lo quería se pudiera despedir de él”, agregó su hija. Mariana dijo que su padre había dejado el hospital hace diez días y que había decidido pasar sus últimos días en casa, con su familia, casi a manera de regalo.

“Murió tranquilo, tenía buen humor ayer, dijo cosas chistosas, se reía, no se podía reír mucho y hacía jajaja. Nos dio un regalo ayer… de tan mal que estaba, este día nos dio un regalo, comió un poco, yo acabo de llegar de viaje y me esperó, porque el lunes mi papá estaba muy mal y sabía que yo tenía que venir, me esperó”, agregó.

La familia también ha decidido conservar “intacta” la biblioteca que el guionista, nacido el 9 de junio de 1933 en Guadalajara, logró reunir. Y, de acuerdo con su hija, existen dos trabajos de Leñero que están pendientes: una recopilación de sus artículos en la Revista de la Universidad de México y la aparición del cuarto volumen de El libro rojo (FCE), en el que participó.

La compraban por sus textos

A Vicente Leñero, recordó el escritor Ignacio Solares, director de la Revista de la Universidad de México, lo invitó a colaborar hace 11 años, cuando inició la nueva época de la publicación mensual. Ahí, el autor de Los albañiles (1963) publicó sus últimos textos: “Era como la estrella de la revista, mucha gente me decía que compraba la revista nada más para leer la columna de Leñero”, dijo Solares.

Ambos se conocieron a mediados de la década de los 60, cuando colaboraban en la revista Claudia, una publicación en la que le invitaron a participar Gustavo Sainz y José Agustín. Leñero ya se dedicaba entonces de lleno a las letras: en 1958 había escrito La polvareda, un cuento que le valió ganar un concurso cuyo jurado estaba integrado por Juan Rulfo y Juan José Arreola.

Con este último comenzó a formarse en su taller del Centro Mexicano de Escritores y en 1961 escribió La voz adolorida, que gracias a una crítica positiva de Sergio Galindo le valió una beca en el mismo Centro. De esa etapa surgió Los albañiles, que ganó el premio Biblioteca Breve Seix Barral; el galardón sería suficiente para que Carmen Balcells le representara y fuera, junto con Gabriel García Márquez, el único autor mexicano con ese prestigio.

Después de dedicarse a entrevistar a personajes como María Félix o Dolores del Río y de hacer crónicas sobre la farándula, Leñero quería dejar definitivamente el periodismo y dedicarse sólo a la literatura. En 1971, la llamada del periodista Miguel Ángel Granados Chapa, quien lo hacía a nombre de Julio Scherer, le cambiaría la vida: le ofrecieron tomar la dirección y rescatar Revista de Revistas de Excélsior.

El primer número bajo su mando apareció el 2 de junio de 1972 y tenía colaboraciones de Solares, Jorge Ibargüengoitia, José de la Colina, Eduardo Lizalde y José Agustín, entre otros. Tras cuatro años al frente de la publicación semanal, alternándola junto con la escritura de editoriales para El Periódico de la Vida Nacional, Leñero nuevamente quiso dejar el periodismo, quería escribir una novela sobre su experiencia en el oficio.

El llamado “golpe a Excélsior”, sucedido en julio del 1976, le dio al cronista la materia prima para escribir Los periodistas (1978), donde noveló su experiencia en uno de los episodios más importantes del periodismo mexicano. Desde entonces, Leñero fue de la literatura al periodismo, el cine y cualquier otro género que se le pusiera enfrente.

Como subdirector de la revista Proceso conoció el poder y siempre defendió la ética del periodismo como uno de los principales valores; con novelas como El Evangelio de Lucas Gavilán (1979) y Asesinato (1985); obras de teatro como La mudanza (1979) o Pelearán diez rounds (1985) y guiones de cine como El callejón de los milagros (1995) y La ley de Herodes(1999), ganó admiradores.

“Es una pérdida irreparable, porque es uno de nuestros grandes escritores. En lo particular fue mi maestro, yo diría que mi hermano mayor”, dijo Solares. “Como periodista, escritor y dramaturgo fue un hombre muy valioso para la cultura en México y seguirá estando en los escenarios”, expresó  la actriz Blanca Guerra.

Cercanos o no, todos expresaron su pesar en las redes sociales. “Lamentamos el sensible fallecimiento de Vicente Leñero, uno de nuestros grandes intelectuales: dramaturgo, narrador y periodista congruente”, señaló el presidente del Conaculta, Rafael Tovar. El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, lamentó el deceso casi siete horas después de que se conoció la noticia, a las 19:02: “Lamento el fallecimiento de Vicente Leñero, destacado escritor, periodista y dramaturgo mexicano”, dijo en Twitter.

Crean una colección con su nombre

Las nuevas ediciones comenzarán a publicarse en febrero próximo; la FIL lo recordará el domingo.

Se creará la Colección Vicente Leñero bajo el sello Seix Barral, con la idea de relanzar la obra del narrador y periodista fallecido ayer en la Ciudad de México, que incluirá la nueva edición de títulos como Los albañiles, El garabato, Estudio Q y Redil de ovejas, los cuales se publicarán en febrero de 2015. Este relanzamiento será acompañado por un pequeño homenaje al dramaturgo y guionista en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes.

Un mes después, en marzo próximo, publicarán en esta misma serie El evangelio de Lucas Gavilán, Parábolas. El arte narrativo, Los pasos de Jorge Ibargüengoitia y Los periodistas. Así lo anunció ayer Nubia Macías, directora de Grupo Editorial Planeta, en el marco de la 28 Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

“La triste pérdida de Vicente Leñero deja una huella imborrable en el mundo cultural mexicano”, expresó Macías, pero “él, que creía en la vida eterna, continuará presente en cada lectura de sus cuentos, novelas, reportajes, crónicas o guiones cinematográficos”, comentó luego de enviar sus condolencias a su esposa Estela Franco y a sus cuatro hijas: Estela, Isabel, Eugenia y Mariana.

Los libros, que serán publicados simultáneamente en los formatos impreso y digital, serán una razón para incentivar la lectura de su obra, aseguró.

Por su parte, Marisol Schulz, directora de la FIL Guadalajara, recordó la pasión del también periodista y académico de la lengua por el ajedrez y anunció que el próximo domingo se le recordará durante la ceremonia del Homenaje Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez.

“Ya en 2015 haremos otra cosa, porque la muerte de Leñero nos toma completamente por sorpresa”, lamentó.

Un católico sin iglesia

La comunidad intelectual mexicana también se pronunció durante el encuentro librero. Primero fue el narrador y cronista Juan Villoro, para quien Leñero fue una de las máximas figuras del periodismo, el teatro y la literatura mexicana.

“Ha sido uno de los mejores guionistas del cine mexicano, como se puede ver en El crimen del padre Amaro, pero también con Los albañiles y El evangelio de Lucas Gavilán, donde demuestra la gran riqueza de su pensamiento, que fue el de un cristiano no ortodoxo”, agregó.

Leñero era un católico sin iglesia, recordó, pues siempre estuvo cerca de los pobres, tal como lo demostró en su obra de teatro Pueblo rechazado. Y también fue un gran experimentador de las formas, como se aprecia en su novela Estudio Q, “que es una de las más arriesgadas en estructura”.

Y tampoco, añadió, se puede olvidar su cercanía con el teatro, pues fue autor de piezas como La mudanza y Pelearán diez rounds, o la adaptación de Las noches blancas, de Dostoievski, que montó exitosamente.

“En suma, la pérdida de Leñero es enorme para el periodismo, el teatro, la novela y para todos los géneros que cultivó. Con su muerte perdemos a un hombre de una integridad intachable… Su voz independiente nos hará muchísima falta”, concluyó Villoro.

Amigo y maestro

En su oportunidad, el escritor Jorge Volpi también habló sobre esta pérdida lamentable. “No sólo es uno de los hombres de letras más importantes de nuestro país, sino que tuvo una carrera múltiple, al mismo tiempo como periodista en ExcélsiorRevista de Revistas y Proceso.

“Sin olvidar que tuvo una obra relevante como dramaturgo, llena de una experimentación deslumbrante, de tal manera que perdemos una conciencia muy lúcida de la vida mexicana”, aseguró.

Con Los albañiles y Los periodistas quedan dos de sus obras más conocidas actualmente. “Esa suerte de novelas sin ficción o novelas donde aparecía la realidad de una manera vibrante, incluso de aquellos momentos tan difíciles como el golpe a Excélsior durante la época de Luis Echeverría”.

Por su parte, el narrador y ensayista Ignacio Padilla destacó que ésta es una “noticia muy triste” porque, en el caso de la literatura mexicana y en español, se trata de una pérdida importante. “Es la pérdida de un maestro, un amigo sumamente generoso, a quien sin duda echaremos de menos y a quien espero releamos con ojos distintos”, explicó.

El cuentista piensa que El evangelio de Lucas Gavilán ha sido poco leído y apreciado. “Aunque para mí éste fue el mensaje de que se podía leer, reconfigurar y recomprender la vida de una figura tan controvertida como Jesucristo, desde una perspectiva sabia y generosa”.

Jorge F. Hernández señaló que, ante todo, Leñero fue un buen hombre que ayudó a escritores en ciernes. “Siempre leía los originales que se le entregaban y corregía minuciosamente”.

Y destacó que hay una diferencia entre ser un periodista informador y el que procura crear literatura. “En el arte de la entrevista, él siempre supo convertir en palpables y creíbles los personajes, aunque fueran inalcanzables… Sin duda, Leñero fue un periodista de la vieja guardia, que procuró ser honesto ante la página en blanco y los hechos”.

Finalmente, Vicente Quirarte recordó que hace poco leía Gente así, un libro que le sorprendió por la maestría de su prosa; y añadió que cuando los miembros de la Academia Mexicana de la Lengua se enteraron de su enfermedad, él comentó con estoicismo que finalmente él se lo había buscado.

 

 

Y para colmo se va Leñero

El Universal

Ricardo Raphae

4 de diciembre de 2014

 

En mala hora parten los mejores. Te lo reclamo Vicente porque no era todavía tiempo. Mentiste cuando asegurabas que el cigarro no te haría daño. Me acabo de enterar de tu partida y estoy enojado por no haberme despedido; (confiesa el cobarde que no tuvo el coraje de verte sufrir).

Te lo dije una vez pero quería decirlo de nuevo: a ti te debo el oficio. Fue temprano, no sé si a los 15 o los 17. Creo que me pescaste con tu Evangelio de Lucas Gavilán y es que por aquel entonces todavía era yo algo religioso. Pero fue con Asesinato: el doble crimen de los Flores Muñoz, que realmente mordí el anzuelo.

Por tu culpa mi vocación se quedó a medio camino, entre escritor y periodista. Tú sí supiste labrar en ambas vocaciones y es que nunca te supiste estar quieto. Aunque conversabas sabroso y reías sin prisa, lo tuyo siempre fue izar velas en más de una embarcación profesional.

Los Periodistas fue el relato que dejaste para las siguientes generaciones de reporteros. Tardaríamos en saber que con ese texto no sólo estabas retratando el fin del periódico Excelsior y el comienzo de la revista Proceso, sino una lógica que vendría a alcanzarnos hasta este siglo XXI.

Somos una horda los que nos formamos en tu proximidad. Tus alumnos de la Iberoamericana, entre ellos Héctor Aguilar Camín y José María Pérez Gay, la camada de reporteros que pasaron por la revista que fundaste junto con Julio Scherer, y los muchos admiradores que vendríamos después.

¿Cuál será tu principal herencia? Nadie puede responder de manera definitiva a esta pregunta y sin embargo me atrevo a avanzar una idea que seguramente hallará coincidencias: Vicente Leñero fue hombre de talento entero en una sola pieza.

Como escritor, como periodista, como guionista de cine, como creador de teatro, como padre, como marido y como amigo fue un hombre apartado de su tiempo y su contexto: para ti los dobleces no fueron problema porque te viviste inmune a las tentaciones de la corrupción. Todo se debe a que la vanidad nunca movió.

La incomodidad que te provocaba aparecer en público la explicabas bien: fuiste una persona que habló por sus textos y no por el sobrevalorado talento del histrión. Así como los jueces sólo deben expresarse a través de sus sentencias, tú lo hiciste sobre todo por tus novelas, cuentos, ensayos, teatro y reportajes, y también por tu vocación docente que me regaló la suerte de conversar contigo más de una vez.

Te fuiste justo cuando andamos ayunos de ética y de periodismo bueno. Ahora que la tierra se nos quiebra entre dos Méxicos y una distancia que a ti siempre te dolió: la fractura entre el país de los Flores Muñoz y el de Los Albañiles. Los puentes entre esos dos Méxicos siguen quebrados; o peor: por estos días están siendo incendiados desde ambos extremos.

No es el diálogo y la parsimonia que tanto cultivaste lo que predomina en esta semana que te fuiste; mientras transcurrían tus horas peores, el país que tanto quisiste vive su propia tragedia.

Me quedo con más de una pregunta que no pude hacerte. Al menos tengo tus libros autografiados para seguir explorando el legado entrañable. Y conservo una que otra respuesta a tanta impertinencia que sí logré compartirte.

En la última ocasión hablaste largo de tus amigos, con los que participaste en charlas infinitas, físicas y metafísicas. No sospechabas entonces que don Julio iba a sobrevivirte. No sé cuándo te despediste de él pero supongo que nunca; no era tu estilo ponerle punto final a nada y menos a la amistad tan intensa y crítica que construiste con ese otro reportero.

ZOOM: Vicente Leñero fue un periodista que logró vivir apartado de las seducciones del poder; nunca pretendió ser consejero del Príncipe ni se creyó más listo que los políticos. Supo bien cuál era el lado de la cancha donde le correspondía jugar. Nos faltará como la ética nos falta, como la sencillez que no abunda, como la humildad que no tenemos, como el talento que tanto le seguiremos agradeciendo.

 

 

 

Leñero, el ingeniero que sabía contar historias

El Universal

Alida Piñón

4 de diciembre de 2014

 

Vicente Leñero puso ayer el punto final a su productiva vida como creador, al fallecerde cáncer a los 81 años

ana.pinon@eluniversal.com.mx

Vicente Leñero fumó casi toda su vida. Un miembro de la familia cuenta que el escritor adquirió el hábito “hace 79 años”; en junio cumplió 81 años de vida. Muchos de los retratos que dan cuenta sobre su trayectoria periodística y literaria dan testimonio de dos cosas: era sonriente y fumador.

Con el inicio del otoño recibió la noticia de su padecimiento, cáncer terminal pulmonar. El periodista decidió comunicar la noticia a las personas más allegadas y queridas.

En los últimos meses recibió en su domicilio, en la colonia San Pedro de los Pinos, a su familia y a sus amigos para conversar, para despedirse.

La noticia sobre la gravedad de su padecimiento se fue extendiendo entre la comunidad literaria y periodística.

Quienes llegaron a visitarlo relatan que se le veía tranquilo, la preocupación, cuentan, era más evidente en sus amigos que tanto le quisieron.

Leñero fue poniendo en orden sus cosas, procuró hacer una vida normal, pero salía cada vez menos y siguió escribiendo su columna “Lo que sea de cada quien”, que se publicaba en la Revista de la Universidad desde 2007.

En el texto publicado en el número de octubre da un guiño a su condición al sostener que el libro Decir adiós, decirse adiós, de Arnoldo Kraus, parecía aludirlo como “una violenta cachetada”. La despedida que había decidido dar a sus allegados la extendió a las letras en las siguientes entregas.

El último artículo, envidado a finales de octubre, lo dedicó a una anécdota sobre su vida periodística: la historia del día que pidió perdón a una figura pública por haber escrito un texto fuera de proporción.

A propósito de la muerte del crítico Emmanuel Carballo, Leñero escribió que por años le tuvo resintimiento porque fue él quien impidió que su libro Los albañiles apareciera en el Fondo de Cultura Económica, la editorial que encumbraba a los autores.

En la última entrevista que concedió a este diario dijo que tenía más vida que imaginación, por eso sus últimos dos libros, Gente así y Más gente así, eran prácticamente autobiográficos.

“Son mis recuerdos, no tengo otros, no tengo más vida que ésta. Tengo más vida que imaginación. Otra deformación periodística es que no sé imaginar historias”, dijo.

Entre esos últimos recuerdos que compartió con sus lectores está un amor de juventud. Una novia cubana que “no era hermosa pero sí muy alegre” que conoció en los años 50 y que volvió a ver en 1973. Canalla, le dijo la chica por el abandono de tantos años.

Durante las últimas semanas su salud mermó considerablemente. Entre amigos y colegas se informaban acerca de que el adiós era inminente.

El martes, Leñero despertó de buen humor, estuvo tranquilo, hizo bromas a su familia; fue un día alegre y generoso, comentó a EL UNIVERSAL su hija Mariana. Ayer, a las 9 de la mañana, murió en su casa.

Su cuerpo fue incinerado hacia las 2 de la tarde y las cenizas permanecieron en su hogar durante el día. Su familia, esposa, cuatro hijas y sus nietas lucían tranquilas. “Mi papá se fue en paz”, dijo una de ellas.

La noticia corrió como pólvora, su nombre encabezó lo más leído de las redes sociales durante todo el día. Amigos, colegas, lectores y alumnos dedicaron algunas palabras para así honrar su memoria.

El presidente Enrique Peña Nieto por la tarde escribió dos mensajes en su cuenta de Twitter: “Lamento el fallecimiento de Vicente Leñero, destacado escritor, periodista y dramaturgo mexicano”, “se le recordará por su coherencia intelectual y los valores excepcionales de su obra”.

Hoy, Vicente Leñero recibirá un homenaje en el Palacio de Bellas Artes a las 12 del día. Las cenizas del escritor permanecerán indefinidamente en su casa, al sur de la ciudad.

Jram

 

 

Fallece el periodista Vicente Leñero

Homo Zapping

El Zappo

3 de diciembre de 2014

 

El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) anunció que el día de hoy falleció el escritor mexicano Vicente Leñero en la Ciudad de México.

El presidente de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa afirmó que habrá un homenaje en Bellas Artes  para el autor el día jueves.

Entre los textos más populares de este autor se encuentran: Los albañiles, Redil de ovejas, El Garabato, El evangelio de Lucas Gavilán, La vida que se va y Los Periodistas.

La trayectoria de este autor fue reconocida en la narrativa, en el teatro y en el cine.

Nació en la ciudad de Guadalajara Jalisco el 9 de junio de 1933.

Leñero estudió ingeniería civil en la Universidad Nacional Autónoma de México, pero su pasión por las letras y el periodismo lo llevo a estudiar la carrera de periodismo en la Escuela Carlos Septién García. Trabajó en el periódico Excélsior y fue fundador, junto con don Julio Sherer, del semanario Proceso, en los que se desempeñó como subdirector editorial y vicepresidente.

Fue elegido en 2010 como integrante de la Academia Mexicana de la Lengua y tomó posesión de la silla XXVIII en mayo de 2011.

Entre sus reconocimientos se encuentran el Premio Biblioteca Breve, el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México y el Premio Xavier Villaurrutia, sólo por nombrar algunos.

 

 

Murió Vicente Leñero, periodista, escritor y fundador de ‘Proceso’

Aristegui Noticias

Redacción

3 diciembre 2014

 

Vicente Leñero, fundador de la revista Proceso, murió este miércoles.

Era considerado uno de los autores más importantes del medio siglo XX mexicano.

Fue un polifacético autor que lo mismo ha abordado con éxito la novela, el teatro, la crónica, el cuento y el guión cinematográfico, además de ser maestro de varias generaciones de periodistas.

Ha escrito en total 20 guiones de cine, una decena de novelas, 14 otras de teatro y tres compilaciones de cuentos, lo que ha decir de sus colegas lo convierte en un escritor profesional.

Nació en Guadalajara, Jalisco, el 9 de junio de 1933.

De acuerdo con sus biógrafos, se graduó en la Universidad Nacional Autónoma de México en 1959, con el grado de ingeniero civil, pero Leñero pronto se refugió en la escritura. 

Estudió en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.

Su primera novela fue “La polvareda” que le publicó Editorial Jus; luego vendría “La voz adolorida” (1961), el monólogo de un enfermo mental en torno a la vida, con el que muestra el realismo psicológico de sus primeros escritos.

En 1963 vinieron “Los albañiles”, que le valió el Premio Biblioteca Breve. El trabajo narra la historia de un velador en una construcción.

Poco después Leñero empezó a escribir guiones teatrales, adaptando “Los albañiles”, en 1970; “La carpa”, en 1971, y “Los hijos de Sánchez”, de Oscar Lewis, en 1972.

Se dice que influyó en el inicio del género documental del teatro en México, y dos de sus trabajos notables son “Pueblo rechazado” y “El juicio”.

En los años 80, Leñero publicó con éxito varios libros documentales, como “La gota de agua” y “Asesinato”.

Leñero también incursionó en otros géneros. Fue guionista de la película “El crimen del padre Amaro” (2002), una de las películas mexicanas más exitosas; y como periodista ha publicado para el diario Excélsior y en las revistas Claudia y Proceso.

Su paso de Excélsior a Proceso, éste último medio lo relata así: “En 1976, Vicente Leñero condenó el llamado golpe a Excélsior asestado por el gobierno de Echeverría contra la dirección de Excélsior que, con Julio Scherer García al frente, había iniciado un periodismo crítico de enorme rigor. El 8 de julio de ese año Leñero fue uno de los más de 200 miembros de la cooperativa Excélsior que respaldó a Scherer, quien de inmediato se alistó para responder al régimen con una nueva publicación: la revista Proceso”.

En la revista, su entrevista con el subcomandante Marcos alcanzó difusión internacional en 1994.

Por toda su incansable trayectoria, recibirá un homenaje este jueves en Bellas Artes.

 

Conoce la trayectoria de Vicente Leñero

Unión Jalisco

Andrés Zúñiga

3 de diciembre de 2014

 

 

El escritor Vicente Leñero Otero nació en la capital de Jalisco el 9 de junio de 1933 y se  graduó en ingeniería civil en 1959 por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero decidió dedicarse a la escritura para ganarse la vida.

Desde entonces desarrolló su habilidad en las letras siendo periodista, editor, dramaturgo y guionista de cine.

Con una trayectoria de más de 55 años te compartimos las principales obras que realizó Vicente Leñero a lo largo de su trayectoria hasta el día de hoy fecha en que falleció a los 81 años en la Ciudad de México.

Novelas:

La Polvareda (1960)

La Voz adolorida (1961)

Los albañiles (1963)

Estudio Q (1965)

El Garabato (1967)

Los periodistas (1978)

El evangelio de Lucas Gavilán (1979)

La gota de agua (1984)

Asesinato (1985)

La vida que se va (1999)

Más gente así (2013)

Adaptación de obras teatrales

La carpa (1971)

Los hijos de Sánchez (1972)

Guionista  de las películas

Los de abajo (1978)

El Callejón de los milagros (1995)

La ley de Herodes (1999)

Crimen del Padre Amaro (2002)

El atentado (2010)

También fue colaborador de los periódicos Heraldo de México, Excélsior y en las revistas Claudia y subdirector del semanario Proceso.

 

Murió Vicente Leñero; homenaje al escritor en Bellas Artes

La Jornada Nacional

Merry MacMasters y Ana Mónica Rodrígue

4 de diciembre de 2014

 

El periodista, narrador y dramaturgo Vicente Leñero, de 81 años, falleció en su casa ayer a las 9 horas a causa de un cáncer pulmonar.

Hoy, de 12 a 14 horas, en el Palacio de Bellas Artes se rendirá un homenaje al autor de Los periodistas, informaron sus familiares, quienes la tarde del miércoles –en una ceremonia íntima– asistieron a la cremación de los restos de Leñero.

El dramaturgo trabajaba en un guión de cine sobre Gustavo Díaz Ordaz, basado en la novela Disparos en la oscuridad, de Fabrizio Mejía Madrid, filme que sería dirigido por Sebastián del Amo.

Nacido el 9 de junio de 1933 en Guadalajara, Jalisco, Leñero estudió ingeniería civil en la Universidad Nacional Autónoma de México y periodismo en la Escuela Carlos Septién García.

Entre sus obras destacan Los albañiles (1963), llevada al cine; El garabato (1967), El evangelio de Lucas Gavilán (1979), Asesinato (1985) y La vida que se va (1999).

De 1977 a 1998 fue subdirector de la revista Proceso y recibió los premios Mazatlán de Literatura (1987), por Puros cuentos; el Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez (1997); el de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón 1992, por su trayectoria en el teatro; el Xavier Villaurrutia, por su antología La inocencia de este mundo, y el Nacional de Ciencias y Artes, en Lingüística y Literatura, en 2001. En 2011 ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua.

 

Obsesión por el trabajo

 

En 2013, Vicente Leñero no aceptó homenajes ni festejos en su cumpleaños. «Siempre fui muy tímido y aislado», dijo el reconocido autor.

«Me choca cumplir años y no lo voy a celebrar; ya se lo dije a todo mundo. Uno puede celebrar publicar un libro y el acierto o la fortuna de los amigos y de la amistad, pero no debería hacerlo con los cumpleaños», expresó.

Del dramaturgo, su esposa, Estela Franco, subrayó –en esos días– la armonía y la amorosa relación que imperó en su matrimonio por más de 50 años.

«Lo admiro como persona y como escritor. Siempre lo he alentado, lo he acompañado en toda nuestra convivencia. Es un hombre obsesivo en su trabajo. Por fortuna, tiene muchos años que se dedica a ello en su biblioteca y siempre lo veo escribiendo y muy dedicado. Claro, esto ha ido bajando un poco, porque antes escribía muchísimo.»

Sin embargo, prosiguió su esposa, siempre lo veo ocupado, «porque es muy generoso; a sus alumnos, a gente que le pide que le revise sus novelas o guiones, responde siempre con mucha responsabilidad».

Dijo que la admiración hacia su esposo radicaba en que «era un hombre muy comprometido. Estábamos muy unidos en la cuestión religiosa, y que sea un hombre tan trabajador para mí ha sido muy respetable. Siempre ha estado conmigo, en las buenas y en las malas».

De su biografía, el promotor cultural y editor José María Espinasa dio cuenta en un texto que se publicó en La Jornada Semanal, suplemento cultural de esta casa editorial, con el cual se sumó a las celebraciones y homenajes que recibió Vicente Leñero, «uno de los más importantes narradores mexicanos de la segunda mitad del siglo XX» en sus ocho décadas de vida.

Espinasa recordó: “En 1961, después de terminar sus estudios de ingeniería, se da a conocer como escritor con el libro La voz adolorida. Rápidamente se vuelve protagonista de las letras mexicanas, y suma a su incansable trabajo como editor y periodista una constante actividad literaria que no se limitará a la narrativa, sino que se extenderá con el tiempo a otros géneros, como el teatro y el guión de cine”.

En 1963, prosiguió el editor, con la aparición de Los albañiles, distinguida con el Premio Biblioteca Breve, pareció proyectarlo, junto a Carlos Fuentes, como el otro protagonista mexicano del boom.

“La novela es hoy por hoy un libro de referencia y ha aguantado mucho mejor que otras novelas de sus contemporáneos el paso del tiempo. Pero Leñero no fue el protagonista que se esperaba del boom, simplemente siguió siendo un gran escritor.

“Ese profesionalismo, ese oficio, está puesto al servicio de la obra con gran inteligencia. Todos los textos de Leñero son obra personal, incluso los que se pueden considerar estrictamente pedidos laborales –como un guión de cine, por ejemplo–, y eso los vuelve notable literatura.”

Desde 1994, Vicente Leñero era integrante del Sistema Nacional de Creadores.

 

 

FOTOS: Muere el escritor Vicente Leñero

Publimetro

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

 

El escritor y periodista Vicente Leñero murió este miércoles, confirmó la revista Proceso, semanario del que fue fundador junto con Julio Scherer García, en 1976.

Vicente Leñero es un polifacético autor que lo mismo ha abordado con éxito la novela, el teatro, la crónica, el cuento y el guión cinematográfico, además de ser maestro de varias generaciones de periodistas.

El titular del Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, expresó sus condolencias a la familia y les ofreció el Palacio de Bellas Artes para la realización de un homenaje luctuoso.

Leñero ha escrito en total 20 guiones de cine, una decena de novelas, 14 otras de teatro y tres compilaciones de cuentos, lo que ha decir de sus colegas lo convierte en un escritor profesional; hoy, por hoy el guionista vivo más importante del país que ha dejado escuela, tanto con su cine como con su dramaturgia.

Una de sus principales virtudes, señala el periodista, investigador y crítico Alejandro Toledo, es que no ha construido altares para sí mismo. Observa la vida con ironía y se observa a sí mismo de la misma forma, y en un país de consagraciones súbitas y absurdas, Leñero ha sabido jugar un juego distinto, donde lo que lo sostiene no es su personalidad pública sino su trabajo”.

Leñero es oriundo de Guadalajara, Jalisco, donde nació el 9 de junio de 1933. De acuerdo con sus biógrafos, se graduó en la Universidad Nacional Autónoma de México en 1959 con el grado de ingeniero civil, pero Leñero pronto se refugió en la escritura para ganarse la vida.

La primera novela de Leñero fue La polvareda que le publicó Editorial Jus; luego vendría La voz adolorida (1961), el monólogo de un enfermo mental en torno a la vida, con el que muestra el realismo psicológico de sus primeros escritos.

En 1963 vinieron Los albañiles, que le valió el premio Biblioteca Breve. El trabajo narra la historia de un velador en una construcción. Poco después, Leñero empezó a escribir guiones teatrales, adaptando Los albañiles, en 1970; La carpa, en 1971, y Los hijos de Sánchez, de Oscar Lewis, en 1972.

Se dice que influyó en el inicio del género documental del teatro en México y dos de sus trabajos notables son Pueblo rechazado y El juicio. En los años 80, Leñero publicó con éxito varios libros documentales, como La gota de agua y Asesinato.

Leñero también ha incursionado en otros géneros. Fue guionista de la película El crimen del padre Amaro (2002), una de las películas mexicanas más exitosas; como periodista ha publicado para el antiguo diario Excélsior y en las revistas Claudia y Proceso.

El dramaturgo Flavio González Melo coincidió en que lo llamativo en la obra de Leñero es “la diversidad de géneros que aborda y la manera, siempre desde un ángulo interesante, desde una perspectiva diferente.

Se inicia en el campo de la narrativa cuando ha ido abordando otros campos de la escritura, al menos en el teatro y en el cine también, siempre ha habido una fuerte experimentación”.

Se trata de un rasgo definitorio en el trabajo de Leñero, pues “siempre está probando el juego con estructuras, con puntos de vista, es algo que ha enriquecido la tradición de la novela, el teatro y el cine, en momentos en que a veces pesaba demasiado la tradición con estructuras ya muy sabidas y exploradas”, consideró.

La facilidad de Leñero para contar historias lo ha llevado a incursionar en el cine, como guionista en películas de la talla de Los de abajo (1978), El callejón de los milagros (1995), La ley de Herodes (1999), El crimen del padre Amaro (2002) y El atentado (2010), trabajos que para González Melo lo hacen el guionista vivo más importante del país y que ha dejado escuela, tanto en cine como en su dramaturgia. (Con información de Notimex)

 

 

Muere el escritor y periodista Vicente Leñero

Unión Jalisco

Laura Islas

3 de diciembre de 2014

 

 

El escritor Vicente Leñero falleció a los 81 años de edad.

Leñero nació en Guadalajara, Jalisco en 1933. Estudió periodismo en la Escuela Carlos Septién García e ingeniería civil en la UNAM.

La carrera de escritor de Leñero inició con la publicación ‘La polvareda’ (1958); posteriormente publicó las novelas ‘La voz adolorida’ (1961), ‘Los albañiles’ (1963), ‘Estudio Q’ (1965), ‘El garabato’ (1967), ‘Redil de ovejas’ (1973) y ‘Los periodistas’ (1978), entre otras.

También escribió teatro, entre sus obras en este género destacan ‘Pueblo rechazado’ (1968), ‘El juicio’ (1972), ‘Alicia tal vez’ (1980), ‘Nadie sabe nada’ (1988) y ‘El infierno’ (1991).

Fue fundador de la revista Proceso junto con el periodista Julio Scherer.

Algunos de los reconocimientos que recibió fueron el Premio Biblioteca Breve Seix Barral (1963), el Premio Xavier Villaurrutia (2001) y el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México en el área de  Lingüística y Literatura (2001).

 

Muere el escritor y periodista Vicente Leñero

24 Horas

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

 

El prolífico escritor y periodista mexicano Vicente Leñero y Otero falleció este miércoles a las 7:56 horas en su casa en la colonia San Pedro de los Pinos de la Ciudad de México a los 81 años. La revista Proceso de la que es fundador y actualmente era vicepresidente del Consejo de Administración y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) confirmaron el deceso.

 

El autor de la novela Los Albañiles perdió la lucha contra el cáncer de pulmón que padecía desde medio año atrás.

 

Esta noche, a las 20:00 horas su familia celebrará un sepelio privado. En tanto, recibirá un homenaje nacional en el Palacio de Bellas Artes al mediodía de mañana 4 de diciembre.

 

Le sobreviven su esposa Estela Franco y sus cuatro hijas Estela, la que siguió sus pasos como dramaturga, Isabel, Eugenia y Mariana.

 

Su hija Isabel no quiso dar mayor información y sólo expresó que mañana estará dispuesta a hablar durante el homenaje a su padre.

 

Fundador y vicepresidente del Consejo de Administración de la revista Proceso, En su trayectoria como periodista Leñero trabajó en diarios como El Heraldo de México y Excelsior, así como en las revistas Claudia y Revistas de Revistas.

 

Su trabajo fue reconocido con diversos galardones como el Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral en 1963, el premio Xavier Villaurrutia por su antología La inocencia de este mundo en 2001 y el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México, en el área de Lingüística y Literatura, edición del 2001.

 

 

 

Leñero nos va a hacer una falta horrible: Elena Poniatowska

24 Horas

Notimex

3 de diciembre de 2014

 

 

La escritora mexicana Elena Poniatowska (1932) calificó como “terrible” la muerte del novelista, periodista, guionista e ingeniero civil Vicente Leñero, ocurrida hoy en la Ciudad de México.

 

Entrevistada tras la presentación de su libro “Hojas de papel volando”, en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, la ganadora del Premio Cervantes de Literatura 2013, lamentó la muerte de su amigo y colega.

 

“Es una muerte que nos duele terriblemente y que nos toca aquí entre libros en FIL de Guadalajara, donde él asistió tantas veces y nos va hacer una falta horrible”, expresó Poniatowska, quien recordó haber trabajado al lado de Leñero en el diario Novedades.

 

La autora de “La piel del cielo” aseguró que con el deceso de Vicente Leñero no solo pierde el periodismo, sino también la literatura.

 

“Él (Leñero) fue el primero en ganar el Premio Literario con su obra ‘Los albañiles’. Le dio un gran premio literario a México. Se va uno de los grandes del periodismo mexicano”, sostuvo.

 

Además también durante la FIL Guadalajara el grupo editorial Planeta anunció que reeditará la obra narrativa de Leñero a partir del 2015 y conformará una biblioteca que llevará el nombre del fallecido periodista.

 

Vicente Leñero falleció esta mañana en su casa ubicada en la Ciudad de México, a los 81 años de edad. Sus restos están siendo cremados y se prepara un homenaje nacional en el Palacio de Bellas, el cual se llevará a cabo mañana al mediodía.

 

El autor de “Los albañiles” nació en Guadalajara, Jalisco, en 1933; se tituló como ingeniero civil para complacer a su padre, sin embargo, pronto descubrió que su verdadera vocación era la literatura.

 

Destacó como novelista, dramaturgo, guionista y periodista. Entre los reconocimientos que recibió destacan el Premio Biblioteca Breve en 1963, en Xavier Villaurrutia y el Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura, en 2001, y la Medalla de Bellas Artes en 2011.

 

 

 

Peña Nieto reconoce a Leñero por su coherencia intelectual

24 Horas

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

 

El presidente Enrique Peña Nieto lamentó el fallecimiento del periodista y escritor Vicente Leñero.

 

A través de su cuenta de Twitter @EPN, el mandatario federal expresó sus condolencias por el deceso del también dramaturgo.

 

“Se le recordará por su coherencia intelectual y los valores excepcionales de su obra”, dijo.

 

Previamente, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, también externó su solidaridad por la muerte del escritor y posteó a través de su red social que México perdió a un grande de la literatura y las artes.

 

El prolífico escritor y periodista mexicano Vicente Leñero y Otero falleció este miércoles a las 7:56 horas en su casa en la colonia San Pedro de los Pinos de la Ciudad de México a los 81 años de edad.

MG

 

 

 

Leñero era patrimonio de mi alma: Julio Scherer

24 Horas

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

 

El maestro Julio Scherer García despide con una breve frase la partida de este mundo de Vicente Leñero, quien falleció esta mañana en su casa en la ciudad de México a los 81 años:

 

“Leñero es patrimonio de mi alma”

 

Si bien, Scherer no se encuentra inmerso en las redes sociales que hoy en día dan cuenta de las reacciones de todo el que vive en ellas y donde la ola de condolencias no se ha hecho esperar, es a través del periodista Álvaro Delgado que se hizo presente para despedir al amigo.

 

El periodista y escritor Scherer García, trabajó junto a Leñero en el diario Excélsior y fundaron juntos la revista Proceso, entre otros proyectos.

 

Incluso tras aquel golpe a Excélsior, cuando Sherer fue destituido como director, Leñero le dijo “carajo, Julio, nos fuimos muy pronto de las oficinas… algún día voy a escribir sobre lo que habría pasado si nos hubiéramos quedado”.

 

Perfil del escritor Vicente Leñero, quien falleció hoy a los 81 años

Proyecto Diez

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

 

México, DF a 03 de diciembre.- El reportero de Proceso, Roberto Ponce, escribió un perfil del periodista Vicente Leñero y uno de los fundadores del semanario.

Te compartimos el texto completo, que se publicó en el portal de Proceso, el 8 de junio.

Este lunes 9 de junio el célebre escritor jalisciense Vicente Leñero cumplirá 81 años, por lo que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) emitió un amplio comunicado de prensa con su semblanza y destacando su trascendente presencia vital en las letras de nuestro tiempo, a través de las voces del dramaturgo Flavio González Melo, el crítico Alejandro Toledo y el poeta Eduardo Lizalde.

Hace un año y por estas mismas fechas, una brillante antología en prosa de Vicente Leñero apareció para la Colección Periodismo Cultural del Conaculta, con el volumen Periodismo de emergencia (prólogo de Armando Ponce, 348 páginas).

El tomo incluye 22 textos memorables suyos a lo largo de medio siglo: reportajes, crónicas, entrevistas, artículos de opinión o narraciones, en los apartados “Gente mayor”, “Viajes sin agenda”, “Lugares, estatuas, edificios…”, “Ocasiones de contento” y “Artículos de fe”. La contraportada del libro elogia su “labor periodística ejemplar”.

Asimismo, valora a Leñero, “uno de los narradores más destacados de la segunda mitad del siglo XX”, tal como ahora se le nombra en este comunicado de prensa (número 959) del Conaculta intitulado “Vicente Leñero, un autor que ha abordado todos los géneros literarios con agudeza”, mismo que se reproduce para nuestros lectores de manera íntegra.

*

Novela, teatro, crónica, cuento, guión cinematográfico, son los géneros a los que hay que referir cuando se habla de la obra de Vicente Leñero, uno de los escritores y dramaturgos vivos más importantes de la generación del medio siglo XX mexicano.

Vicente Leñero es autor de casi 20 guiones de cine, una decena de novelas, 14 otras de teatro y tres compilaciones de cuentos. Es autor de obras tan destacadas como Los albañiles (1963); Estudio Q (1965); Los periodistas (1978) o La gota de agua (1984); en teatro ha escrito Pueblo rechazado (1968); La mudanza (1979); Nadie sabe nada (1988), entre otras.

El periodista e investigador Alejandro Toledo señala que “si en el Carlos Fuentes de La región más transparente vemos al país en que nos tocó vivir, en Leñero aparece el mexicano que nos tocó ser”.

Su amplia obra inicia con La polvareda, en el año 1959, y llega hasta Más gente así, apenas del año pasado, por lo que este autor y cronista, nacido el 9 de junio de 1933 en Guadalajara, Jalisco, tiene una larga trayectoria que le ha valido diversos reconocimientos como el Premio Biblioteca Breve en 1963, por Los albañiles; la beca Guggenheim en 1967; los premios Xavier Villaurrutia y el Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura en 2001, además de que es a partir de 2010 miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, y obtuvo la Medalla Bellas Artes otorgada por el INBA, en 2011.

Para su amigo y colega, el poeta Eduardo Lizalde, la tenacidad literaria de Vicente Leñero ha quedado documentada por él mismo en alguna de las muchas entrevistas que ha concedido, donde dio a conocer que además de ingeniería, comenzó a estudiar periodismo en la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, porque pensó que ahí le enseñarían a escribir, pues según dijo, le costaba un gran esfuerzo hacerlo.

“No soy un escritor”, dijo en esa entrevista, “siempre me ha costado mucho hacerlo, de hecho aunque he escrito muchas cosas, la mitad debí no haberlas escrito, y sí, aprendí a escribir, porque había clases de redacción y fui autodidacta, me esforcé por aprender los secretos del lenguaje escrito.”

Dijo también en ese entonces que además de ingeniería civil en la UNAM, estudió periodismo en la Escuela Carlos Septién para que le enseñaran a escribir, porque al principio simplemente quería escribir cuentos.

Tanto en su prosa como en el teatro, el guión de cine y en el ámbito periodístico, que ejerció en publicaciones como El Heraldo de México y Excélsior; las revistas Claudia y Revista de Revistas, de las que llegó a ser director, así como en el semanario Proceso, donde es actualmente subdirector, Vicente Leñero ha expresado su talento, por lo que, continuó Eduardo Lizalde, es un hombre inteligentísimo, tratable y agudo, que ha abordado temas muy variados.

Compañero de Leñero en la Academia Mexicana de la Lengua, Lizalde consideró que los premios que ha recibido su amigo están plenamente justificados por la relevancia de obras como la novela Los albañiles, pero también por su trayectoria en el teatro, ya que es un dramaturgo excepcional que ha montado una gran cantidad de obras, y en general “un excelente periodista y escritor del que siempre he celebrado su trabajo”. Añadió:

“Los temas populares son su especialidad, pero ha tratado con inteligencia, agudeza y originalidad una gran cantidad de problemas de México y del mundo. Vicente Leñero es un intelectual destacado, me parece muy justo que se le haga un homenaje y lo celebramos todos sus colegas y compañeros”.

Para el crítico Alejandro Toledo, el autor de novelas como Estudio Q, El garabato, Los periodistas, La gota de agua y La vida que se va, cuenta con una mirada sarcástica, irónica, que nos ha ayudado a observar a México de otra manera, sin solemnidades ni patrioterismos. En su obra, dijo, “nos vemos como somos, a veces quizá demasiado cruelmente, con un énfasis malévolo en nuestras miserias. Si en el Carlos Fuentes de La región más transparente vemos al país en que nos tocó vivir, en Leñero aparece el mexicano que nos tocó ser; en su obra se refleja una lucha entre nuestras incapacidades, que son muchas, y nuestras aspiraciones, inalcanzables las más de las veces o hasta ridículas, pero también posibles”.

Lo más importante en Leñero, agregó el especialista, es que sabe contar, sabe narrar y lo hace en diversas formas literarias. “Es un escritor plural que ha abarcado casi todos los géneros y en todos ha sido más que sobresaliente, desde el periodismo hasta la narrativa, el teatro o su labor como guionista. Sólo le ha faltado escribir poesía y ensayo, que al parecer no se le dan. No es un hombre de metáforas ni de reflexiones, va directo a la historia”.

Se dice que Leñero ha hecho un retrato cabal de la sociedad mexicana, lo cual, según Alejandro Toledo, está presente en toda su obra, como en Los albañiles, donde se manifiestan las jerarquías sociales y donde se refleja, también, ese mal de todos que es la corrupción. Otro de sus libros importantes es Los periodistas, retrato de ese gremio y sus relaciones sórdidas con el poder”. Sin embargo, apuntó, “también en los trabajos periodísticos sabe retratar el modo de ser del mexicano, desde la chica ilusionada que verá al cantante español Raphael en La Alameda o el auge, en los años sesenta, de la Zona Rosa como un espacio para la gente chic, o su viaje a ciegas, en el comienzo del zapatismo, para entrevistar al Subcomandante Marcos. Es un hombre de su tiempo, un testigo de su tiempo”.

Por su parte, el dramaturgo Flavio González Melo coincidió al señalar que lo llamativo en la obra de Leñero es “la diversidad de géneros que aborda y la manera, siempre desde un ángulo interesante, desde una perspectiva diferente. Se inicia en el campo de la narrativa cuando ha ido abordando otros campos de la escritura, al menos en el teatro y en el cine también, siempre ha habido una fuerte experimentación”.

Se trata de un rasgo definitorio en el trabajo de Leñero, pues “siempre está probando el juego con estructuras, con puntos de vista, es algo que ha enriquecido la tradición de la novela, el teatro y el cine, en momentos en que a veces pesaba demasiado la tradición con estructuras ya muy sabidas y exploradas”. En teatro, apuntó el dramaturgo, Leñero ha hecho muchos experimentos interesantes con los límites del realismo buscando las fronteras, “como La visita del ángel o Nadie sabe nada, donde juega a casi casi explorar y borrar las fronteras entre el tiempo de la ficción y el tiempo de la representación y, por lo tanto, el tiempo del espectador”.

Justamente en Nadie sabe nada, agregó González Melo, el autor hace la representación simultánea de nueve obras juntas “y de pronto el interés pasa a una de ellas y se vuelve una escena de la gran obra, pero en rigor son nueve obras que corren simultáneamente. Me parece que es un caso muy especial en la literatura mexicana”.

Las obras de Leñero, según el dramaturgo, van más allá de la coyuntura política en que fueron escritas y debido a su oficio de periodista “alimenta sus ficciones de una gran dosis de realidad, que conoce muy bien Leñero; me parece interesante porque lo lleva a explorar estos límites entre la realidad y la ficción, ese es uno de los rasgos muy claros de su obra, desde sus primeras obras narrativas y desde luego quizá llevado a su límite en obras teatrales como La mudanza, por ejemplo”. Aunque se le ha encasillado dentro del teatro documental, González Melo advirtió “que sus aportaciones al teatro van más allá de lo meramente documental, en el sentido de poco imaginativo, porque siempre hay una gran imaginación al lado de la investigación de los eventos”.

De Leñero también destacó su enorme valor como cronista, tanto en la política como en teatro, desde la perspectiva de su experiencia como dramaturgo que la hace fundamental para entender el teatro en la segunda mitad del siglo XX en México.

“De hecho, me parece raro y un poco triste que no se le monte mucho. Los albañiles, La mudanza y otras obras de Leñero deberían estar constantemente en los escenarios, representadas de manera muy distinta; como ocurre con los clásicos de cualquier lengua y no forzosamente con la estética en la que fueron estrenadas o las que pensaba su autor cuando las escribía.”

Los albañiles, dijo, es una dramaturgia mexicana con otros vuelos, con otras ambiciones e incluso con una complejidad en el manejo de personajes y sería interesante verla de nuevo en los escenarios, quizá de manera iconoclasta.

Además, refirió, está “ese libro esplendido, inigualado, Los pasos de Jorge, donde de manera muy sintética revisa el paso de Jorge Ibargüengoitia por el teatro; es un libro fundamental para entender incluso la propia dramaturgia de Leñero. De lo que está hablando es de su generación, con sus inquietudes. Creo que tiene una manera muy amena de hablar de una realidad, pero con una prosa que lo vuelve casi casi un cuento muy bien contado”.

Esa facilidad para contar historias llevó a Leñero a incursionar en el cine, como guionista en películas de la talla de Los de abajo (1978), El callejón de los milagros (1995), La ley de Herodes (1999), El crimen del padre Amaro (2002) y El atentado (2010), trabajos que para González Melo lo hacen el guionista vivo más importante del país y que ha dejado escuela, tanto en cine como en su dramaturgia.

Por ello el crítico Alejandro Toledo aseguró que Leñero “es un escritor profesional, además formador de escritores que no se toma demasiado en serio. No ha construido altares para sí mismo. Observa la vida con ironía y se observa a sí mismo de la misma forma. En un país de consagraciones súbitas y absurdas, Leñero ha sabido jugar un juego distinto y lo que lo sostiene no es su personalidad pública, sino su trabajo”.

 

 

 

 

Falleció el escritor Vicente Leñero a los 81 años

 

Proyecto Diez

 

Redacción

 

3 de diciembre de 2014

 

 

Guadalajara, Jalisco a 03 de diciembre de 2014.- Hoy Álvaro Delgado, periodista de la revista Proceso, confirmó que uno de los fundadores del semanario, Vicente Leñero, falleció hoy.

En junio el escritor había cumplido 81 años. Lee su perfil en Proceso.

 

 

 

 

Gricelda Torres Zambrano, Darwin Franco y Alejandra Guillén ganan Premio Jalisco de Periodismo

 

Proyecto Diez

 

 

César Octavio Huerta

 

3 de diciembre 2014

 

 

Este día en el marco de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara (FIL) se anunció a los ganadores del Premio Jalisco de Periodismo 2014, entre los que destacan las periodistas Gricelda Torres Zambrano, Alejandra Guillén y el periodista y colaborador de Proyecto Diez, Darwin Franco Migues.

Este año, el reconocimiento “Despertador Americano” fue para la periodista Gricelda Torres Zambrano, por más de 20 años de trayectoria periodística en Notisistema.

En la categoría de prensa escrita, el premio emisario de periodismo fue otorgado al periodista y colaborador de Proyecto Diez, Darwin Franco Migues, por su trabajo publicado en el diario Más por Más GDL, titulado “¿Ya apareció su hijo?”.

En la categoría de periodismo digital, se reconoció el trabajo periodístico de Alejandra Guillén, quien realizó en dos entregas un reportaje titulado “La Fiebre del hierro ilegal”, el cual fue publicado en Verdebandera Periodismo Ambiental.

En radio, el reconocimiento fue para la periodista Fabiola Hernández, de Radio Noticias 1070, por su trabajo “Taxis ejecutivos, piratería de lujo“.

Mientras que en la categoría de televisión, el premio fue para Santiago Espinoza por su reportaje “La historia de Pepe“. A su vez, se le otorgó una mención honorífica para la periodista Jade Ramírez Cuevas, del Canal 44 de la Universidad de Guadalajara, por el reportaje “Fémina”.

En la categoría de estudiante, el premio será otorgado a Iván Felipe Serrano Jáuregui y Juan José Ríos Mora de la Universidad de Guadalajara, quienes fueron reconocidos por su trabajo “Parque Metropolitano La Eucalera de Ocotlán: cambios urbanos, cambio social o la billetera rota de los gobiernos estatal y municipal”.

Los periodistas distinguidos recibirán un premio de 70 mil pesos y la presea Emisario, del escultor Diego Martínez Negrete. Los estudiantes recibirán 25 mil pesos y a la ganadora del reconocimiento “Despertador Americano”, se le otorgarán 85 mil pesos.

La ceremonia de premiación se realizará el próximo 04 de diciembre, a las 12:00 horas, en el Auditorio de la Universidad Autónoma de Guadalajara.

 

Grupo editorial Planeta reeditará la obra de Vicente Leñero

24 Horas

Notimex

3 de diciembre de 2014

 

 

El grupo editorial Planeta anunció en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, que reeditará la obra narrativa de Vicente Leñero a partir del 2015 y conformará una biblioteca que llevará el nombre del fallecido periodista.

 

“Los periodistas”, “Parábolas”, “Todo sobre su madre”, “El garabato”, “Estudio Q”, “El evangelio de Lucas Gavilán”, “Redil de ovejas” y “Los pasos de Jorge Ibargüengoitia”, entre otros, serán parte de los títulos que se volverán a publicar entre febrero y marzo del próximo año.

 

Gabriel Sandoval, director de Literatura del grupo Planeta, recordó que “hace dos meses estábamos con él, con su familia, y estamos organizando una buena edición de toda su obra que saldría en la editorial Seix Barral, que es parte de nuestro grupo, y lo tenemos programado para febrero y marzo”.

 

Se había pensando incluso en hacer un homenaje interesante por su trayectoria y lo que ha significado Vicente Leñero (1933-2014) en la historia cultural de este país, señaló.

 

Antes, Nubia Macías, directora de esa casa editora, lamentó la pérdida del periodista, misma que dijo “deja una huella imborrable en el mundo cultural de México.

 

“Editorial Planeta, casa que abrazó con cariño a tan entrañable autor, hoy le dice adiós. Él creía que la vida era eterna, continúa presente en cada lectura de sus cuentos, novelas, reportajes, crónicas o guiones cinematográficos.

 

“A su esposa Estela Franco, sus hijas Estela, Isabel, Eugenia, Marina y a toda su familia, los acompañamos junto con los millones de lectores que lamentamos su ausencia”, expresó Macías.

 

 

 

Vicente Leñero, un grande de la literatura y las artes: Osorio Chong

24 Horas

Denise Mackenzie

3 de diciembre de 2014

 

 

El secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, lamentó la muerte del escritor y periodista Vicente Leñero y Otrero.

 

“Hoy México pierde a un grande de la literatura y las artes“, escribió el funcionario federal a través de su cuenta de Twitter @osoriochong, donde de igual forma emitió sus condolencias a familiares y amigos del ícono de la literatura mexicana.

 

El prolífico escritor y periodista mexicano Vicente Leñero y Otero falleció este miércoles a las 7:56 horas en su casa en la colonia San Pedro de los Pinos de la Ciudad de México a los 81 años de edad. La revista Proceso de la que es fundador y actualmente era vicepresidente del Consejo de Administración y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) confirmaron el deceso.  DM

 

 

 

Vicente Leñero, una pluma vital en las letras mexicanas (+perfil)

24 Horas

Nantzin Saldaña

3 de diciembre de 2014

 

 

A Vicente Leñero y Otero siempre se le reconocerá su prolífica y vital pluma que compartió a los lectores por más de cinco décadas. En su obra se cuentan 20 guiones de cine, una decena de novelas, 14 otras de teatro y tres compilaciones de cuentos. El periodista, escritor, guionista y dramaturgo tapatío falleció esta mañana a los 81 años en la ciudad de México. Esto desató reacciones en el ámbito cultural y periodístico del que era parte, así como del sector político nacional.

 

Ingeniero de profesión, la cual completó para dar gusto a su padre, según contaba siempre cuando dictaba cátedra o conferencias así como en simples charlas ante estudiantes de periodismo. Llegó a las letras pese a todo. Hoy es imprescindible recordar que lo mismo escribió novela, teatro, crónica, cuento que guiones cinematográficos. Es indudable que su trabajo lo coloca como uno de los autores más importantes de la segunda mitad del siglo XX y la primera década del XXI. Lo que le valdrá para recibir el último adiós en un homenaje en Bellas Artes.

 

Oriundo de Guadalajara, Jalisco, en donde nació el 9 de junio de 1933. Leñero comenzó estudiando ingeniería en la UNAM en donde se graduó en 1959, para poco después refugiarse en la escritura y hacerla su forma de ganarse la vida.

 

Estudió periodismo en la escuela Carlos Septién García, donde según sus propias palabras encontró el “origen mismo” de su condición de periodista y escritor, como señaló al recibir el Premio Nacional de Periodismo de esta institución educativa en 2010.

 

Como anécdota solía contar que en sus años de estudiante de ingeniería fue corrido por su maestro, el ingeniero Heberto Castillo, por leer en clase.

 

Publicó su primera novela La polvareda en Editorial Jus en 1959. A esta le siguió La voz adolorida (1961), un monólogo de un enfermo mental acerca de su vida, justo antes de ingresar al manicomio, una muestra de realismo psicológico.

 

A esta primeras obras le siguió Los albañiles en 1963, novela en que narra la historia de un velador en una construcción y la cual le valió el premio Biblioteca Breve Seix Barral otorgado en España, lo que en su momento fue inaudito para un escritor de su edad, tenía solo 30 años.

 

Incluso fue el primer narrador mexicano en llevarse dicho galardón a nivel mundial.

 

Poco después Leñero empezó a escribir guiones teatrales, adaptando Los albañiles, en 1970; La carpa, en 1971, y Los hijos de Sánchez, de Oscar Lewis, en 1972.

 

Se dice que influyó en el inicio del género documental del teatro en México, y dos de sus trabajos notables son Pueblo rechazado y El juicio.

 

En los años 80, Leñero publicó con éxito varios libros documentales, tales como La gota de agua y Asesinato.

 

Fue guionista de El crimen del padre Amaro (2002), una de las películas mexicanas más exitosas así como en Los de abajo (1978), El callejón de los milagros (1995), La ley de Herodes (1999), y El atentado (2010).

 

Como periodista publicó en diversos diarios como El Heraldo de México y Excélsior y se le reconoce como fundador de la revisata Proceso, semanario que desde su nacimiento es considerado referente del periodismo en México, destaca la agencia AP.

 

Su amplia obra inició con La polvareda, en el año 1959, y llega hasta Más gente así y Periodismo de emergencia, publicados en 2013.

 

Periodismo de Emergencia compendia su obra en este quehacer por más medio siglo, de la que él mismo dijo “este libro es, intenta ser, un balance del ejercicio de una profesión asumida con pasión literaria“.

 

También fue merecedor de beca Guggenheim en 1967, los premios Xavier Villaurrutia y el Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura en 2001 yla Medalla Bellas Artes otorgada por el INBA, en 2011.

 

Desde 2010 fue miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua.

 

 

 

FIL de Guadalajara alista homenaje a Vicente Leñero

24 Horas

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

 

La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) lamentó la muerte del escritor y periodista Vicente Leñero (1933-2014), ocurrida hoy, y anunció que el domingo 7 de diciembre llevará a cabo un homenaje en su memoria.

 

La directora de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Marisol Schulz, explicó que el acto en memoria del autor de “Los albañiles” se llevará a cabo previo a la entrega del Premio de Periodismo Cultural Fernando Benítez, que este año recibirá Virgilio Caballero Pedraza.

 

Muerte de Vicente Leñero es “un balde de agua helada”: Marisol Schulz

 

En un momento tan duro como el que vive México una voz indispensable era sin lugar a dudas la del querido escritor, periodista, amigo, Vicente Leñero, expresó la directora del encuentro editorial y cultural, Marisol Schulz Manaut.

 

A través de un comunicado, Schulz Manaut lamentó la muerte del prolífico escritor y priodista hoy en la Ciudad de México a la edad de 81 años.

 

“En medio de esta vorágine de acontecimientos que implica estar al frente de la FIL me entero así súbitamente de su fallecimiento y es sin duda un balde de agua helada”, expresó.

 

Marisol Schulz Manaut tuvo “la inmensa fortuna” de conocer a Vicente Leñero y de trabajar como editora de un libro de él, que afirmó, quedará para siempre en su memoria: La vida que se va, novela donde hablaba entre otras cosas de su pasión por el ajedrez.

 

“Hoy la vida, o eso que llamamos vida, se le ha ido a nuestro adorado Vicente, y me lo imagino jugando una partida de ajedrez con la muerte como aquella escena inolvidable de El séptimo sello”.

 

La directora general de la FIL Guadalajara afirmó que faltará su voz, sus reportajes y su “percepción inequívoca de la realidad mexicana”.

 

“Nos deja un gran legado que como lectora y amiga pienso seguir honrando”, finalizó Schulz Manaut.

 

Tras la muerte de Vicente Leñero, escritor, dramaturgo y periodista, las reacciones y condolencias no se han hecho esperar en el mundo cultural y periodístico.

 

También secretarios, gobernadores, senadores y diputados, entre ellos el ex presidente de México, Felipe Calderón, lamentaron la muerte de Leñero y Otero.  DE

 

 

 

“Las letras están de luto”, políticos dan condolencias por muerte de Leñero

24 Horas

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

 

 

El escritor y periodista Vicente Leñero falleció esta mañana en la ciudad de México y tras conocerse la noticia, las condolencias de secretarios, gobernadores, senadores y diputados no se hicieron esperar.

 

Aquí las reacciones de los actores políticos ante el fallecimiento del que citan como una gran pérdida que deja en luto a las letras mexicanas:

 

 

 

Escritores y editores en la FIL destacan al Leñero justo, humilde y valiente

24 Horas

Notimex

3 de diciembre de 2014

 

 

GUADALAJARA. Como una persona justa, un personaje humilde, valiente, que abarcó varios géneros, pero sobre todo como un hombre que creyó que el periodismo contribuye a cambiar la realidad, recordaron diferentes autores que participan en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara a Vicente Leñero, quien falleció esta mañana a los 81 años de edad.

 

Gonzalo Celorio, Paco Ignacio Taibo II, Julio Trujillo, Pedro Ángel Palou, Nubia Macías y Silvia Molina expresaron su asombro por la muerte de quien calificaron como “un valiente de las letras” y sobre todo, del periodismo mexicano, al tiempo que lamentaron su partida.

 

El secretario de la Academia Mexicana de la Lengua (AML), Gonzalo Celorio, recordó a Leñero como “un escritor amplio porque fue periodista, novelista, dramaturgo, guionista y estas obras son las que quedan de manera permanente más allá de la muerte”.

 

El académico se dijo afligido por la partida del autor de obras como Los albañiles, Redil de ovejas, El evangelio de Lucas Gavilán y La vida que se va, entre otros.

 

“Me entristece mucho pero lo que quiero decir es que fue un gran escritor, periodista y un hombre con una calidad humana extraordinaria, alguien que nunca se dejo sobornar, que vivió una vida de absoluta congruencia de un hombre que combinaba milagrosamente su talento con su modestia y su humildad. Lamento mucho porque fue buen amigo y hombre generoso”, expresó.

 

Al respecto, Paco Ignacio Taibo II lamentó el deceso de Leñero, a quien calificó como “un escribidor en el mejor sentido de la palabra, porque se trataba de un hombre que empleaba la palabra escrita para contar en diferentes técnicas narrativas.

 

“Era el periodista. Leñero permaneció vivo muchas veces en el centro de lo mejor de la literatura nacional, cuando entre en el debate con psicoanalistas, cuando publica a La gota de agua, un gran tipo, excelente persona, honesto a carta cabal. Su gran virtud es que se negó a ponerse etiqueta alguna”, señaló.

 

Para Pedro Ángel Palou con el fallecimiento de Leñero, “muere también una etapa completa del periodismo en México, una forma de concebir el periodismo con una ética que le viene desde su formación religiosa.

 

“Se ha muerto un justo, un hombre que verdaderamente creyó que el periodismo contribuye a cambiar la realidad, quizás más que la literatura”, expresó.

 

Asimismo, lo recordó como un crítico social, no solo desde el periodismo, sino desde la literatura con la novela El evangelio de Lucas Gavilan, texto que dijo, “fue la reescritura del nuevo testamento, en donde vuelve a contar la historia de la Biblia, pero en un contexto muy particular que él conocía perfectamente bien y después eso lo seguimos leyendo”.

 

Palou dijo haberlo conocido en el 2003, y lo recordó como “un personaje con una generosidad impresionante, que describía esa famosas cartas a mano, donde desmenuzaba lo que había leído tuyo y te pedía comentarlo”.

En su oportunidad, Nubia Macías, directora del Grupo Planeta, convocó a lectores y autores de esa casa editora, quienes dedicaron un minuto de aplausos en el stand de esa casa editora y en el Leñero público algunos de sus libros.

 

“Es autor de esa casa y fue un periodista importante para el pensamiento, la reflexión y la libertad de expresión en México. Leñero marcó una época importante en el periodismo mexicano con la creación de la revista Proceso, junto con Julio Scherer y nos deja como legado muchos libros que tenemos en nuestra casa”, expresó.

 

En tanto que Julio Trujillo, director editorial de publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), comentó que la desaparición de Vicente Leñero, representa un pérdida importante, “pues era un hombre integro e integral por varias razones, la primera es que se pierde a un gran escritor que cubrió muchos géneros, el primero de ello, como periodista.

 

“Perdemos a alguien que supo hablarnos de la realidad con valentía, con puntualidad, con una mirada lúcida y exigente, con un rasero moral alto, con un código ético increbrantable y con buena prosa, la cual lo llevo a brincar a la literatura, dramaturgia, novela, a la autobiografía y al periodismo”, expresó.

 

Consideró que uno de los hitos en la carrera periodística de Leñero, fue haber sido uno de los pilares y miembros fundadores de una publicación que siempre ha sido un referente para la sociedad mexicana, “un referente crítico, punzante, incomodo como lo debe ser siempre el buen periodismo.

 

“Para nosotros es una pérdida particular porque acabábamos de publicar con él, de reeditar su libro de Periodismo de Emergencia , su muerte nos lleva al duelo y la reflexión”, señaló.

 

Silvia Molina, presidenta del Seminario Mexicano de Cultura, recordó a Leñero como un personaje importante dentro de sus generación con autores de la talla de Hernán Lara Zavala, David Martín del Campo, David Peterson y María Luisa Puga, de quienes dijo, “nos reunimos con él para hacer novela colectiva que salió publicada en Planeta y a partir de ahí siempre estuvo cerca de nosotros.

 

“Fue un gran periodista, un escritor que aprovecho el periodismo para mucho de su trabajo literario, le gusta ser descarnado y directo en su literatura y era un gran experimentador, nunca estaba satisfecho de lo que hacía siempre. “Estaba muy interesado siempre en las estructuras de lo que escribía, fue un hombre generoso e inteligente”, concluyó.

 

 

 

Bellas Artes rendirá homenaje a Vicente Leñero

24 Horas

Redacción

3 de diciembre de 2014

 

 

Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Conaculta, lamentó la muerte de Vicente Leñero, un escritor, dramaturgo y periodista esencial en las letras mexicanas.

 

El titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) adelantó que Leñero y Otero recibirá un homenaje nacional de cuerpo presente el día de mañana a las 12:00 horas en el Palacio de Bellas Artes.

 

Así Leñero volverá al Palacio en el que en septiembre de 2011 recibió la Medalla Bellas Artes, máxima distinción que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes, la cual recibió junto a José Agustín.

 

Isabel Leñero, hija del reconocido periodista, muerto hoy a los 81 años, no quiso dar mayor información y sólo expresó que mañana estará dispuesta a hablar durante el homenaje a su padre en el Palacio de Bellas Artes.

 

Tovar y de Teresa habló con la familia del maestro de generaciones de periodistas y escritores para expresarle sus condolencias y le ofreció el Palacio de Bellas Artes para la realización de un homenaje luctuoso.