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Agresiones contra periodistas o medios

Medios de comunicación son ‘enemigos del pueblo’, acusa Trump

MVS

EFE

17 de febrero de 2017

Donald Trump, presidente de EEUU, acusó a los medios de dar noticias falsas sobre su administración.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó hoy a algunos medios de comunicación de ser «el enemigo del pueblo», con lo que culminó su particular semana de ataques a la prensa.

«Los medios con NOTICIAS FALSAS (el fallido The New York Times, NBC, ABC, CBS, CNN) no son mi enemigo, son el enemigo del pueblo estadounidense», afirmó Trump en un mensaje en su cuenta de Twitter.

Aunque el presidente estadounidense ha tenido a los medios de comunicación entre ceja y ceja porque considera que no cubrieron objetivamente su campaña a la Casa Blanca, es la primera vez que utiliza un término con connotaciones belicistas como «enemigo».

El diario The New York Times tuvo que remontarse a la Presidencia de Richard Nixon (1969-1974) para encontrar un mandatario que calificase de «enemigo» al cuarto poder.

Lo dijo en 1972, acosado por las revelaciones que hacía el Washington Post del caso Watergate y que provocarían su dimisión dos años más tarde.

Este jueves, Trump protagonizó una sorpresiva y caótica rueda de prensa de casi hora y media en la que se dedicó, sobre todo, a discutir y enfrentarse con algunos de los periodistas ahí presentes.

«Muchos de los medios en Washington, junto con los de Nueva York y Los Ángeles en especial, no hablan para la gente, lo hacen para intereses especiales. La gente ya no les cree. Quizás yo tenga algo que ver en ello. No lo sé. Pero ya no les creen», dijo Trump en la rueda de prensa.

 

Los medios son “el enemigo del pueblo”, dice Trump y recibe paliza en Twitter

Aristegui Noticias

Redacción

17 de febrero de 2017

Donald Trump afirmó que los medios “de noticias falsas” no son su enemigo, sino que son el enemigo del pueblo estadounidense.

El presidente llamó “fracasados” al diario The New York Times y las cadenas NBC, ABC, CBS y CNN, medios que se han visto involucrados en controversias con el mandatario, incluidos los reportes sobre contactos entre su equipo de campaña y oficiales rusos.

Trump hizo el comentario un día después de una conferencia de prensa en la que dijo que los medios eran “deshonestos” y estaban “fuera de control”, además de culparlos por la renuncia del asesor de seguridad Michael Flynn, a quien los reporteros supuestamente trataron “muy injustamente”.

“¡Los medios de NOTICIAS FALSAS (fracasados @nytimes, @NBCNews, @ABC, @CBS, @CNN) no son mi enemigo, son el enemigo del pueblo estadounidense!” tuiteó el republicano.

Tras esta declaración, varios periodistas respondieron a través de Twitter, incluido el investigador de temas presidenciales de NBC Michael Beschloss, quien comparó el comportamiento del magnate con el del ex presidente Nixon durante el caso Watergate.

“En la cinta de diciembre 1972, Nixon le dijo a Kissinger, ‘La prensa es el enemigo, el establecimiento es el enemigo, los profesores son el enemigo’”, recordó Beschloss.

“Espero que nuestros líderes nunca creerían que ningún estadounidense desea hacer a otro estadounidense un enemigo“, tuiteó Chuck Todd, director político de NBC.

A su vez el corresponsal para Washington de NYT, Binyamin Appelbaum, tuiteó que el comentario de Trump es “peligroso sí, sin precedentes, no. John Adams encarceló a periodistas por sedición”

“‘Enemigo de pueblo’ ¡Vaya, eso definitivamente no suena fascista!”, escribió el conductor de NBC Christopher Hayes.

“El miércoles la Casa Blanca llamó a los medios ‘el partido de oposición’. Hoy es el ‘enemigo del pueblo estadounidense’ ¿Que traerá el mañana?”, escribió Annie Linskey, corresponsal del Boston Globe.

 

‘Los medios, enemigos de los estadunidenses’: Donald Trump

Excélsior

AFP y EFE

18 de febrero de 2017

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vapuleó de nuevo a los medios ayer en Twitter, calificando a grandes cadenas de televisión y a The New York Times de “enemigos de los estadunidenses”.

Poco después de aterrizar en Florida, donde se dispone a pasar un tercer fin de semana en su lujosa residencia de Mar-a-Lago, el Presidente estadunidense se sirvió de su plataforma de comunicación preferida para lanzar un mensaje contra los medios de comunicación.

“Los MEDIOS MENTIROSOS (@nytimes en dificultades, @NBCNews, @ABC, @CBS, @CNN) no son mis enemigos, son enemigos de los estadunidenses”, escribió retomando la expresión en inglés “fake news media” que ya forma parte del lenguaje corriente de EU a fuerza de repetirla.

Unos minutos antes, el Presidente estadunidense había tuiteado una primera versión de su mensaje, en la cual no citaba a las cadenas CBS y ABC y escribía: “¡REPUGNANTE!”. Rápidamente lo borró para escribir un nuevo tuit en el que incluía dos “enemigos” suplementarios.

El republicano hizo de las críticas contra los periodistas “parciales” y “deshonestos” un punto crucial de su campaña, haciendo disfrutar a sus partidarios que abucheaban fuertemente a los periodistas en los grandes encuentros.

CRÍTICAS DE OTROS MANDATARIOS

Thomas Jefferson dijo que los periódicos eran “vehículos contaminados” de falsedades y errores. Richard Nixon se enfrascó con reporteros en la tóxica atmósfera del Watergate y los consideraba “el enemigo”. Bill Clinton condenó públicamente a los “proveedores de odio y división” en las ondas públicas de trasmisión.

Aunque los historiadores pueden mencionar a varios presidentes de Estados Unidos que han despotricado contra la prensa, se les dificulta mencionar un ataque frontal contra los medios como el que Trump parece lanzar cada vez que puede.

“Nunca ha habido una especie de yihad holística contra los medios como la que está ejecutando Trump”, dijo el historiador de la Rice University, Douglas Brinkley. “Trump está determinado a golpear y hacer sangrar a la prensa cada vez que se encuentre en un hoyo y eso es único”.

LA FUERZA DE LA AUSENCIA

El corazón del usualmente atestado mercado Italiano en la ciudad de Filadelfia se encontraba desierto. La franquicia de supermercados, “Pete’s Fresh Market,” –fundada por migrantes griegos– cerró más de la mitad de sus tiendas en Chicago. El museo Davis de la universidad de Wellesley en Massachusetts extrajo todas las obras creadas o donadas por migrantes de sus salas hasta el 21 de febrero. Los icónicos taxis de Nueva York se esfumaron de las calles. Diputados y senadores en Washington, D.C. fueron notificados sobre el cese de comidas en el Capitolio, debido a la abrumadora falta de trabajadores en la cocina.

El pasado jueves 16 de febrero, el movimiento “Un Día sin Migrantes” exclamó su poderoso mensaje. Iniciado en redes sociales –especialmente Facebook y Twitter– el boicot progresó mediante veloces cadenas de mensajes en WhatsApp y GroupMe. El llamado no se limitó a migrantes mexicanos y latinos, sino a todos aquellos en Estados Unidos provenientes de otros países. El afiche sin firma divulgado de manera masiva convocaba a “indocumentados, residentes y ciudadanos” por igual a volverse invisibles: faltar al trabajo, cerrar negocios, frenar el consumo de productos en comercios y no ir a clases. Los servicios de alimentos y construcción se vieron mayormente afectados, seguidos de la jardinería y la producción agrícola. Después de tan sólo unas horas, el hashtag #ADayWithoutImmigrants ocupó el primer lugar en las tendencias globales de Twitter, indicando el impacto de una serie de sencillas acciones reproducidas a gran escala.

El boicot se originó tras los 680 arrestos realizados la semana pasada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Sin embargo, el movimiento logró trascender la distinción entre “legal” e “ilegal”, impulsando un sentido de empatía más amplio en la comunidad norteamericana. En Washington, D.C., esta actitud se manifestó mediante un sinnúmero de personalidades del mundo restaurantero retando la retórica discriminatoria de Trump con sus valientes acciones. El afamado chef español, José Andrés, cerró cinco restaurantes de lujo, sacrificando más de 110,000 dólares en ganancias. Nicolas Jammet y Jonathan Neman, fundadores de la franquicia de ensaladas “Sweetgreen,” mantuvieron sus 20 localidades cerradas en solidaridad a sus trabajadores. Andy Shallal, dueño de la cadena de restaurantes “Busboys and Poets” y orgulloso migrante iraquí, no abrió las puertas de sus seis establecimientos durante todo el día.

Con una representación de 48% de la fuerza laboral, los migrantes resultan esenciales para el funcionamiento de la industria alimentaria en Washington, D.C., y el resto del país. Es por eso que los negocios que optaron por cerrar sus puertas, aunque conscientes del golpe financiero que recibirían en la pérdida de ganancias, no estaban dispuestos a pagar el elevado precio ideológico de la apatía. Decenas de establecimientos en D.C. cerraron sus puertas, reconociendo la importancia de la fuerza migrante no solo en el desarrollo económico, sino en el modo de vida de Estados Unidos.

La organización “Many Languages ​​One Voice” organizó una manifestación final para cerrar la jornada en una nota de unión y esperanza. La marcha comenzó en el barrio Mount Pleasant, el cual cuenta con una gran población hispana, avanzando hasta la Casa Blanca. Los manifestantes sostenían cárteles, cantaban en inglés y en español, jurando permanecer unidos.