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-Economía política de las empresas de medios

 

Europa quiere dividir a Google

El Economista

Redacción

22 de noviembre de 2014

 

El Parlamento Europeo está preparando una resolución no vinculante que propone separar las actividades de motor de búsqueda de Google Inc en Europa del resto de sus operaciones, como una posible opción para frenar el dominio de la compañía de internet en el mercado de búsquedas.

A los políticos europeos les preocupa cada vez más el dominio de Google y otras empresas estadounidenses en la industria de internet y están buscando la forma de limitar su poder. Una petición pública de una división sería la medida de mayor alcance y una amenaza significativa para el negocio de Google.

Esta propuesta en fase de borrador no menciona a Google ni a ningún motor de búsqueda en concreto, aunque Google es por mucho el proveedor dominante de estos servicios en Europa con una cuota de mercado estimada del 90 por ciento. El viernes, el diario Financial Times describió esta iniciativa como una llamada para separar la compañía.

Google declinó hacer comentarios.

La moción, a la que tuvo acceso Reuters, «pide a la Comisión (Europea) que considere propuestas dirigidas a desempaquetar los motores de búsqueda de otros servicios comerciales como una potencial solución a largo plazo» para hacer más competitivo el campo de juego.

El Parlamento no tiene poder legislativo y carece de la autoridad para dividir corporaciones, y aunque sería una propuesta no vinculante, pondría bajo más presión a la Comisión Europea para actuar contra Google.

Google ya enfrenta duras críticas en Europa por sus políticas de privacidad y de pago de impuestos, y ha tenido que lidiar con una sentencia de un tribunal europeo que le exige que retire los enlaces a resultados de búsquedas que las personas encuentren objetables.

La compañía ha crecido tanto que inspira desconfianza en muchas partes y está recibiendo multitud de críticas de políticos y empresarios.

«Es una fuerte expresión del hecho de que las cosas van a cambiar», dijo Gary Reback, abogado estadounidense que ha presentado quejas en nombre de empresas contra Google por una búsqueda justa. «El Parlamento no vincula a la Comisión, desde luego, pero (ésta) tendrá que escuchar», agregó.

«Muy probablemente» se adoptará

La nueva jefa europea de Competencia dijo que le llevará algo de tiempo decidir sobre el próximo paso de una investigación de cuatro años sobre el líder de las búsquedas por internet, después de que su predecesor hubiese descartado una propuesta de acuerdo con la compañía.

La comisaria europea de Competencia Margrethe Vestager, que sustituyó a Joaquín Almunia en el cargo el pasado 1 de noviembre, dijo que tomaría una muestra representativa de las opiniones de las partes implicadas en el caso y que revisaría los últimos acontecimientos en la industria antes de tomar cualquier medida.

Pero el resentimiento se ha estado fraguando durante años en Europa.

Google ha tratado de contrarrestar esta desconfianza, que sus ejecutivos creen que está relacionada con la percepción general que tiene Europa de Estados Unidos.

Las últimas revelaciones sobre las prácticas de vigilancia de Estados Unidos, entre ellas las escuchas al teléfono de la canciller alemana Angela Merkel, han provocado una reacción muy negativa, especialmente en Alemania, donde las experiencias históricas con el nazismo y el comunismo hacen que la gente recele mucho de que instituciones poderosas controlen sus datos personales.

Andreas Schwab, un legislador democratacristiano alemán que copatrocina la resolución, dijo a Reuters que era muy probable que ésta fuese adoptada porque la apoyaban tanto su grupo de centro derecha, el mayor del Parlamento, como el principal grupo de centro izquierda. Schwab propuso la resolución esta semana con el centrista español Ramón Tremosa.

En un comunicado enviado el miércoles, ambos dijeron que Google no había conseguido proponer remedios adecuados durante la investigación antimonopolio de la comisión. Vestager dijo que necesitaba estudiar el dossier después de que su predecesor se mostrase contrario a aceptar un acuerdo con Google que hubiera cerrado el caso.

Google «continuó de este modo suprimiendo a la competencia en detrimento de los consumidores y las empresas europeas», dijeron Schwab y Tremosa.

JSO