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8 de octubre – Reforma

Si ve por ahí a Paco Gil, el presidente de Telefónica México, avísele que lo esperan en la SCT, que encabeza el atribulado Juan Molinar Horcasitas.
Desde el arranque de esta semana están listos sus títulos de concesión, los que ganó en la controvertida licitación 21.

Hasta anoche nadie recogió este paquete, conformado por 6 títulos, que le permiten explotar durante 20 años más espacio de aire para transmitir datos y voz a los celulares.

Suena raro el olvido, si se consideran los mil 274 millones de pesos que erogó la compañía para adquirirlos. Por si le pasó por la mente, le destacamos que no hay restricción alguna para su entrega.

Considere que hace una semana, la SCT entregó la «ganga». Esos títulos de concesión del dueto formado por Nextel y Televisa, dirigidas por Peter Foyo y Emilio Azcárraga.

Ellos, como usted ya bien sabe, pagaron 180 millones de pesos por su paquete.

El lunes, la gente de Telcel, que encabeza Daniel Hajj, recogió los suyos, a cambio de más de 3 mil millones de pesos.

La disputa sigue… y eso que todavía no llegamos a la parte de la competencia comercial, cuando use cada uno su nuevo «espectro».

El Huracán de la CIRT

Si ya se aburrió de lo que pasan por radio y televisión, échele un ojo a este relajo que traen precisamente quienes hacen radio y televisión.

Como huracán, cada año la Semana Nacional de la Radio y la Televisión mueve las aguas y pone violento el clima en el gremio.

Quienes lucen agitados ahora son los representantes de la Asociación de Radiodifusores Independientes, que preside Antonio Gallegos.

Este organismo agrupa a las pequeñas y medianas empresas dueñas de más de 100 estaciones de radio en varios estados de la República.

Están decepcionados de la Cámara de la Industria de Radio y Televisión (CIRT), comandada por Karen Sánchez Abbott.

Dicen que ahí no les hacen caso a la hora de fijar reglas para la repartición de estaciones.

Aseguran que son privilegiadas las grandes empresas del sector, que tienen más dinero para hacerse de nuevas concesiones a fuerza de cañonazos de billetes.

Por eso amagan con abandonar a la cámara en cuestión. ¿Será que eso las haría más fuertes?