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El presidente de la República publicó, con su firma, un desplegado respecto de las causas y la estrategia de la lucha por la seguridad pública.

Este intento de explicación tiene un contexto inmediato y un trasfondo amplio. El contexto inmediato: el día lunes el Presidente de la Unión Ganadera de Sinaloa fue asesinado. Ese día murieron ejecutados en el penal de Mazatlán 28 reos a manos de un comando armado. Ese 14 de junio fueron emboscados en Michoacán Policías Federales Preventivos; han fallecido 12. El viernes 11, hubo 77 muertos. El sábado fueron 44. El fin de semana en Nayarit, el número de fallecidos por violencia vinculada al narco fue de 29. Del 5 al 11 de junio, la cifra de muertes vinculadas al crimen organizado fue de 271. Del 11 de junio al 14, en tres días, los muertos fueron 223, 28 de ellos asesinados en un penal que la Secretaría de Seguridad Pública Federal se negó a trasladar previamente. En mayo el número de muertos fue de mil 100. De enero a la fecha, van más de 5 mil. Ése es el contexto del gesto desesperado del Presidente de la República por explicar lo que no tiene fundamento.

El desplegado se refiere a las causas del problema. Según éste, son el consumo de drogas en EUA, el paso del narcomenudeo al control territorial, la transición del control territorial al control de la sociedad; su personal versión de lo que se enuncia como el viejo modelo y los arreglos, el fácil acceso a más armamento y, en el típico apartado de la visión panista de la historia, otras causas sociales, como ellos les nombran, es decir, el cajón de sastre, que es la vida real.

Nota completa en:

http://www.mural.com/editoriales/nacional/540/1079884/default.shtm