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21 de septiembre de 2009
El sábado pasado en el diario español El País, Pablo Ordaz iniciaba su reportaje con una pregunta “¿Pudo doña Jacinta, una mujer indígena de 1.50 metros de estatura y 80 kilos de peso, secuestrar sin armas a seis policías de élite?”, e inmediatamente después sentenciaba: “Todo el mundo en su sano juicio respondería que no, menos un juez de Querétaro, en el centro de México, que la condenó sin escucharla a 21 años de prisión y la mantuvo entre rejas tres años y un mes. Hasta ayer. La Fiscalía General de la República, abrumada por la presión mediática, no tuvo más remedio que confesar que no tenía pruebas contra Jacinta Francisco Marcial, vendedora de nieves y aguas frescas”.
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http://impreso.milenio.com/node/8644514